Murió Paul Newman, un fanático de los autos que trabajaba de actor

Fanático de las motos y de los autos como pocos. O como tantos, a decir verdad. Amante de la velocidad, se dio el gusto de correr las 24 Horas de Le Mans y ser segundo con un Porsche 935, en 1979. Y a los 70 años de correr la 24 Horas de Daytona ¡y ganar en su categoría! Filmó una película sobre Indianápolis y no quiso usar dobles de riesgo. Y en 1983 hasta fundó su propio equipo de Champ Car (ahora Indy Car), el Newman-Hass Racing. Este sábado, a los 83 años, se fue de este mundo Paul Newman.

Enfermo de cáncer de pulmón, semanas atrás había decidido abandonar el hospital donde estaba internado para morir en su casa. Y una clara señal de que se estaba despidiendo la dio cuando hace pocos días le regaló nada menos una de sus queridas Ferraris a un amigo. Precisamente hace dos años, el estadounidense se dio una vuelta por Maranello donde conoció la planta, firmó autógrafos, charló con Jean Todt y testeó personalmente el modelo 599 GTB Fiorano. Un gusto que sólo estrellas de su talla se pueden dar.

Si bien en 2002 había abandonado la actuación, en 2006 los autos lo hicieron cambiar de opinión: el eterno Paul, con 81 años, aceptó ponerle su voz a Doc Hudson, uno de los protagonistas de la película de animación Cars (personaje que en Argentina fue doblado por Juan María Traverso).

El piloto francés Sébastien Bourdais (actualmente en el equipo Toro Rosso de la Fórmula 1) salió campeón tres veces en el Newman-Hass, donde fue contratado y apadrinado por Paul Newman. “Se marchó un amigo. Hemos vivido momentos muy buenos juntos. Mis años en Estados Unidos con él, quedarán como un buen recuerdo”, recordó Bourdais en la previa del Gran Premio de Singapur de F1.

En el cielo de los artistas Paul Newman seguramente ya estará desafiando a Steve McQueen a correr sobre algo que tenga ruedas y motor. QEPD.

Muñeca de piloto
En 1968, Rolex lanzó un modelo de la serie Cosmograph Daytona para que Newman lo usara en la película Winning, basada en las 500 Millas de Indianápolis. A raíz de esto, el reloj comenzó a ser llamado Daytona Paul Newman. Si bien no tuvo un gran éxito comercial, con el correr de los años las pocas piezas fabricadas comenzaron a ser apreciados por los coleccionistas.
En febrero de 1999, Paul Newman subastó el reloj que ganó en cuatro años antes en las 24 Horas de Daytona de 1995, por el que consiguió u$s 39.000 dólares, los cuales destinó a fines benéficos.