Autoclásica 2008: el Best of Show más merecido de la historia

La VII edición de Autoclásica fue sin dudas la mejor de todas en muchos aspectos: por cantidad y calidad de autos expuestos; por el lugar elegido que sorteó casi sin inconvenientes la lluvia de las mañanas de sábado y domingo; por la gran cantidad de stands de recreación; por tener un autojumble que sorprendió por sus dimensiones; y por consagrar como Best of Show a un auto sencillamente único.
El premio máximo de la muestra se lo llevó un Berliet de 1914 del cual sólo se fabricaron tres unidades en todo el mundo y esta es el único que queda, las otras dos había sido pedidas por la actriz francesa Sarah Bernhardt y por el político Raymond Poincaré, quien llegó a ser presidente galo entre 1913 y 1920.

Este Berliet, fabricado en Lyon, tiene un motor de cuatro cilindros y 7 litros que asombra por su silencioso funcionamiento, regulando realmente bajo ante la mirada de cuanto incrédulo se acerca a verlo. Fue encargado a la fábrica nada menos que por Dalmiro Varela Castex, primer presidente del Automóvil Club Argentino, y uno de los impulsores de la llegada del automóvil a estas tierras, con el detalle que fue el primer auto en ser patentado en nuestro país, llevando la chapa número 1. Varela Castex, además, fue quien tuvo el registro de conducir número 1.

Uno se pregunta qué pasó durante estos años que el auto no estaba por ningún lado o que el ACA no hizo lo necesario para tener esta pieza única en su museo. “Todo el mundo sabía donde estaba, precisamente a cinco cuadras de acá (del Hipódromo de San Isidro) pero nadie conseguía cerrar su compra hasta que llegamos nosotros”, relata el hijo de la familia Blachowicz, quien en 2002 lo compró e inició su restauración. “El auto estaba completo y con partes desarmadas así que en dos años o un poco más se completó la restauración”, agregó.
Afortunadamente el auto recayó en manos que saben apreciar el valor histórico de esta auténtica joya y lo devolvieron a la vida para disfrute de todos nosotros.