Fórmula 1: Honda se va, Toyota sigue y Ferrari y McLaren recortan

La crisis global no le resulta ajena al automovilismo, todo lo contrario. Como quizás debería haber sido siempre, de lo que se puede prescindir, se prescinde, y en eso anda Honda. La automotriz japonesa confirmó en las últimas horas que la temporada 2008 fue la última y que no sus autos no estarán en la grilla de ningún gran premio el año que viene.
Takeo Fukui, presidente de la compañía, fue el encargado de dar la noticia y no ocultó su profunda tristeza. “Esta decisión difícil se tomó debido a la rápida degradación de la industria automovilística por el estrechamiento del crédito y por la recesión mundial”, explicó. Al mismo tiempo se disculpó con su piloto número uno, Jenson Button, el principal perjudicado por esta retirada imprevista. “Es una verdadera vergüenza y me siento profundamente apenado por Jenson Button, pero no tenemos otra opción en las actuales condiciones económicas. Los malos resultados deportivos de este año no tienen ninguna relación con nuestra retirada”, señaló Fukui.
Honda debutó en la máxima como constructora en 1964, en el Gran Premio de Alemania, y consiguió su primer triunfo tres años después, en Italia; en 1968 se retiró para concentrar sus recursos en el desarrollo de vehículos compactos. Su regresa a la F1 como proveedor de motores tuvo lugar desde 1983 hasta 1992. La prohibición de los motores turbo la obligó a alejarse nuevamente pero retornó en 2000, asociado con el equipo British American Racing (BAR); la sociedad duró seis años hasta la creación en 2006 de la escudería Honda Racing F1 Team, coronada con la victoria de Button, en el GP de Hungría de ese año.
En 2008 Honda quedó noveno en el campeonato mundial de constructores y su mejor actuación fue un el tercer puesto de Rubens Barrichello en Silverstone.

Hora de achicarse
La ida de Honda puso en alerta a los demás equipos de la Fórmula 1, tanto chicos como grandes. Toyota, uno de los que más dinero invierte en desarrollos y aún con magros resultados, salió a ratificar su continuidad mediante un escueto comunicado. “Toyota sigue decidido a triunfar en Fórmula 1 y a reducir sus costos”, informó.
Por su parte Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, dijo estar “triste” por el retiro de Honda, pero agregó que “desgraciadamente, estas cosas pasan en tiempos difíciles como los actuales. A lo largo de los años hemos visto llegar y marcharse a muchos constructores en la Fórmula 1”. Al mismo tiempo apoyó la idea de la FIA de reducir costos “para ayudar especialmente a los equipos pequeños en la temporada entrante, lo que supone un gran esfuerzo para todos nosotros, y es importante porque no estaba previsto y porque ocurre en una situación económica general muy delicada”.
En tanto McLaren-Mercedes ya anticipó recortes. “Estamos trabajando muy duro sobre las medidas para reducir los costos, y en los próximos dos años debemos alcanzar las reducciones de al menos el 50%”, dijo Norbert Haug, jefe de Mercedes Motorsport.
“Nuestra participación en Fórmula 1 está construida sobre bases sólidas y es en gran parte por la financiación de nuestros patrocinadores”, añadió Haug en respuesta al anuncio de Honda.

Mosley y Ecclestone, en sintonía
Max Mosley, presidente de la FIA, y el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, arrancaron el año algo distanciados pero al parecer la crisis que pone en jaque a la máxima los unió. Ambos piensan que es momento de hacer números y velar por la categoría (léase negocio), así que aprovecharon el anuncio de Honda para salir a contar su idea de reducción de costos.
“Tanto Max como yo hemos estado en campaña desde hace un largo tiempo para tratar de reducir la necesidad de invertir grandes cantidades de dinero para ser competitivo”, dijo Ecclestone. “Cuando uno considera que Honda tiene 700 personas trabajando para poner dos autos en la grilla de largada, es un poco una locura, para ser honesto”, agregó el inglés.
“Si los equipos no se percatan ahora de lo que de verdad está sucediendo, entonces no lo harán nunca”, dijo por su lado Mosley. De todos modos, Bernie le quiso quitarle dramatismo al asunto y declaró que “la F1 no está atravesando una crisis más importante que la de cualquier otra compañía en el mundo y esto no será el final, eso seguro.”
Mosley ya había anticipado su intención de usar un motor único en 2010, una idea que las escuderías como Ferrari rechazaron con la amenaza de dejar la categoría.