Hacía tiempo que queríamos subirnos a la Renault Duster para tener un contacto de primera mano. No sólo porque desde su lanzamiento -donde no fuimos de la partida- nos pareció un vehículo interesante sino porque es todo un fenómeno. Esta propuesta de la marca francesa (aunque con genes rumanos) fue el único que se animó a hacerle frente a la Ford EcoSport y el público la recibió más de que de buena manera, convirtiéndolo en un fenómeno de patentamientos en el segmento de los SUV compactos.
Vehículo testeado: Renault Duster Privilège 2.0 4×2. Motor: Nafta 2.0 litros de 138 cv asociado a una caja manual de velocidades de 6 marchas. Precio: $115.350. Origen: Brasil. Unidad recibida con 11.520 km.
Lo primero para destacar de la Duster tiene que ver con la inclusión de la caja de velocidades de seis marchas. Esto permite, en ruta, un funcionamiento mucho más relajado del motor que si se tratara de una transmisión “convencional” de cinco velocidades.
Y a los datos me remito: en sexta marcha, a 120 km/h el motor trabaja a un régimen de 2.900 rpm mientras que a idéntica velocidad, con la quinta marcha colocada lo hace a unas 500 rpm por encima, es decir a 3.400 rpm. Esto se traduce en menor ruido y consumo.
De cualquier manera, hay que decirlo, no es un motor rumoroso lo que contribuye a un buen nivel de insonorización en ciudad y que podría ser mejor en ruta, donde percibimos algunos pequeños ingresos de aire por algún burlete de puerta.
La dirección es dura, y al Duster se lo nota estable, sobre todo teniendo en cuenta el rodado que calza y el importante recorrido de las suspensiones (es un vehículo alto). De todos modos, ante maniobras bruscas no se percibieron rolidos exagerados.
La visibilidad hacia atrás a través del espejo retrovisor interno es correcta, aún con los apoyacabezas levantados, y se complementa de buena manera con los espejos externos eléctricos, de buen tamaño. En este punto vale decir que no se pliegan, por lo que se debe tener la costumbre de rebatirlos manualmente al descender, para protegerlos de algún golpe.
La posición de manejo es muy cómoda, con la posibilidad de ajustar la columna de dirección en altura y profundidad, y con unas butacas que cuentan con un nivel de acolchado sorprendente que contrasta con lo que a la vista uno puede intuir. La textura es agradable y en esta unidad testeada (con más de 10 mil km.) demostraron que son resistentes al uso diario.
El grip del volante es bueno, es el mismo al que ya nos tiene acostumbrados Renault para sus productos del Mercosur; si bien es de un revestimiento sintético, simula ser cuero perforado cocido a mano.
Lo que tiene que ver con las terminaciones interiores son más que aceptables, con una selección de materiales interesante, en especial la del plástico brilloso que hace la diferencia por su apariencia y textura, y que contrasta con el resto del interior, otorgándole cierto aire de sofisticación.
En la consola central, el equipo de sonido (que incluye cd, Bluetooth y entrada USB) sobresale con su disposición por sobre la del aire acondicionado; ambos equipos son de fácil manejo y accionamiento intuitivo aunque, vale decir, la combinación de perillas para el dial manual y con teclas para el volumen las primeras veces confunden a quien opera la radio. Es por eso que uno, habiendo ya recorrido algunos kilómetros, elige subir y bajar el volumen desde el mando satelital para evitar cambio de estaciones involuntarios.
Volviendo al aire acondicionado y calefacción puede decirse que es de muy buen funcionamiento en ambos modos (en otoño se suelen usar ambos en un mismo día) pero que en tren de pedir nos gustaría que incorporaran salidas traseras y que los controles fueran de una calidad superior. En este punto lo mismo pedimos con algún detalle de interior de puerta o los comandos de los alzacristales (que carece de one touch).
Lo vinculado con los relojes y la computadora de a bordo es la tradicional de la marca, que entrega la información de consumo, velocidad promedio, odómetros y autonomía.
Vale destacar también que abundan los compartimentos portaobjetos, tanto en la consola central como en las puertas e inclusive una que se dispone en el techo que invita a colocar papeles, anteojos, etc.
A favor y en contra: si bien la Duster no cuenta con el auxilio “colgado” en el portón trasero -algo que a muchos les atrae pero que marcamos como inseguro e incómodo para acceder al baúl- por su generoso tamaño el mismo está dispuesto por debajo de la carrocería. Además de ser una tentación para los cacos, no queremos saber lo que implicaría para ciertas personas tener que retirarlo de ese lugar…
Las plazas traseras son amplias y tres adultos pueden viajar cómodos sin ningún tipo de problema, algo importante para quien le dé un uso familiar; el ocupante del centro, incluso, puede viajar bien por muchos kilómetros. Esto no es casual sino que se debe a que es un vehículo voluminoso, más de lo que a lo priori uno puede imaginar. El Duster mide: 4,31 m. de largo, 1,82 m de ancho, 1,62 m. de alto y tiene una importante distancia entre ejes de 2,67 m., responsable de su buena habitabilidad.
A lo largo de los siete días que pudimos probar la Duster, el consumo promedió los 8,7 km/litro mientras que en ciudad esta cifra se redujo a 7 km/litro. El motor F4R 2.0 16v de 138 cv respondió muy bien tanto en tránsito urbano como en ruta, con una primera marcha corta que hace las veces de baja que no responde hasta que el motor entra en vueltas.
Conclusión: no fueron pocos los conocidos que me llamaron en estos meses para saber mi opinión acerca de este producto. Es que la apuesta de Renault fue la de ofrecer un vehículo bien equipado, con buenas prestaciones, con un tamaño importante pero que no llega a ser el de un SUV ostentoso, y una variedad de versiones que permiten elegir la más adecuada según la necesidad o el bolsillo.
La propuesta de la Duster está a la vista, no promete lo que no es y, a cambio de un precio más que razonable, ofrece mucho. Su diseño exterior no es el más moderno ni el mejor del mercado, es cierto, pero se compensa con su espacio interior y con una garantía de tres años o 100 mil km.
6 comentarios
Lindo auto, Como siempre, muy buen test. Saludos!
Buen test!!
No sabia que traía caja de sexta…
Es un excelente coche, me gusto el test porque esta bien detallado.
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Bueno el test , sencillo y rapido. una pregunta es verdad q los cambios son muy cortos y esto aumenta el consumo de combustible. Gracias.