Este martes, Nissan inauguró en Resende, Rio de Janeiro, su primera fábrica en suelo brasileño en la cual ya produce el modelo March. Para levantar esta unidad, la automotriz japonesa invirtió u$s 1.165 millones y ponerla en funcionamiento demandó casi dos años.
“El Complejo Industrial en Resende no sólo comprueba el compromiso de Nissan con Brasil sino que es fundamental para alcanzar nuestros objetivos de crecimento en el país que es llegar al 5% de participación de mercado y ser la primera entre las marcas japonesas en 2016”, afirmó Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan.
Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan.
En 2013 la marca nipona obtuvo el 2,18% del mercado y se ubicó en la novena posición, mientras que en el primer trimestre de este año, alcanzó el 2,03% de participación.
La planta de Resende tiene 220 mil m2 de área construída y da empleo a unas 1.500 personas de manera directa pero pueden llegar a los 2.000 si aumenta la demanda. Cuenta con una capacidad instalada para producir 200 mil unidades anuales y la misma cantidad de motores; el block de cuatro cilindros, 1.6 litros, 16v Flex será fabricado localmente también, generando otros 200 empleos directos.
El March, que hasta el momento era importado desde México, es el primer producto en salir de Resende, mientras que el próximo modelo en entrar en producción en Brasil será el sedán compacto Versa. “Hoy, el March brasileño tiene un índice de nacionalización del 60%, pero pretendemos llegar al 80%”, expresó el propio Ghosn.
Plan a largo plazo
Más allá de que el mercado automotor de Brasil evidencia desde hace meses un parate, Ghosn dejó en claro que la idea de Nissan es pensar a largo plazo: “No hicimos esta fábrica pensando en los próximos seis meses, sino en los próximos diez años. Creo que Brasil tendrá un crecimento razonable en los próximos dos años, pero todavía con potencial de alcanzar volúmenes equivalentes a los de un país europeo medio”.
Por su parte el argentino José Valls, presidente de Nissan América Latina, destacó que esta nueva planta, unida a otras dos abiertas en EE.UU. en 2012 y en México en 2013, supone una apuesta de la compañía por “oportunidades” de negocios “aún no exploradas” en la región y “en especial, en Brasil”.
