La primera gira latinoamericana de Papa Francisco acapara por estas horas la atención mundial incluida la nuestra, como es costumbre, con el foco puesto en la movilidad de la máxima figura de la Iglesia Católica.
Más allá de los papamóviles que fueron desarrollados especialmente para esta visita por el sur del mundo, el Sumo Pontífice eligió el mismo auto que usó en 2013 en Brasil, cuando viajó a la Jornada Mundial de la Juventud: el Fiat Idea.
Dos unidades del monovolumen de la marca italiana fueron alistadas en Ecuador, idénticos en color y versión a los empleados aquella vez: Essence grises. Si por el Papa fuera, se trasladaría siempre en el Idea, pero el protocolo y su seguridad lo obligan a moverse en otros vehículos.
El Idea, entonces, sirve para llevarlo desde que desciende del avión hasta el sitio donde hace el trasbordo; en este caso fue desde la pista del aeropuerto Sucre hasta Monteolivo, en las afueras de Quito, donde abordó el papamóvil con en el que entró a la ciudad.
Fiat donó los vehículos a la Nunciatura ecuatoriana, los cuales fueron importados desde Brasil por el representante local, Corporación Maresa. También hay dos Fiat Idea listos en Bolivia, segunda escala, y Paraguay, donde finaliza la gira papal; allí lo esperan unidades similares importadas por Carrera Motors Ltda. y Eurocar S.A., respectivamente.
Pero, ¿por qué a Francisco le gusta tanto este modelo? ¿Acaso porque es italiano? No, según el representante de Eurocar, la elección del Idea fue hecha por el mismo Papa considerando “la facilitad para entrar y salir del vehículo, y la amplia zona de las ventanas”.
¿Un Papa tester? Francisco lleva muy bien sus 78 años pero el dato de la comodidad no es menor luego de tantos viajes y al parecer esta es la base de su predilección. Además, se trata de un modelo austero, fiel a su estilo de conducción. Eso sí, sigue sin usar cinturón de seguridad.
¿Sacará rédito Fiat de esta elección papal? Por lo pronto en los canales oficiales de YouTube de la marca en Ecuador y Bolivia colgaron unos videos al respecto:
Papamóviles latinoamericanos
En Ecuador se preparon dos unidades, una desarrollada sobre la Chevrolet D-Max LS, la pick-up líder en ventas en ese mercado, y el otro sobre un Jeep Wrangler.
General Motors fabricó localmente el papamóvil D-Max basándose en “diseños que envió el Vaticano”, destaca el diario El Universo, que señala que el “vehículo no es blindado, cuenta con asiento principal de cuero y regulación de altura”, le suma dos asientos adicionales para acompañante y tiene como detalle un escudo de San Lorenzo, club del que es fanático Jorge Bergoglio.
“Este vehículo fabricado con un inmenso cariño por manos ecuatorianas es el resultado de más de 12.000 familias que colaboran para las más de 30 empresas que estuvieron detrás de la construcción del papamóvil”, dijo Roberto Romero, gerente corporativo de GM, que construyó el vehículo en un mes y medio.
El otro vehículo para el paso por Ecuador está modificado sobre la versión Unlimited Sport que monta el potente motor V6 de 3.6 litros y 285 hp. Tampoco está blindado y tiene una particularidad: “Fue comprado con donaciones de personas naturales y jurídicas a la empresa ecuatoriana Maresa, la cual se encargó de la adaptación”, señala la agencia Andes.
En Bolivia, en tanto, el encargado de preparar el papamóvil fue Toyotasa S.A., representante oficial en el país andino de Toyota; su trabajo fue adaptar una Land Cruiser serie 70 que tampoco es blindada y que será usada el paso del Sumo Pontífice por La Paz y en Santa Cruz.
Por último, en su paso por Paraguay también se eligió una D-Max, pero en este caso lleva como marca a Isuzu. En el país guaraní la empresa Automotor S.A. donó y realizó las modificaciones en sus propios talleres, sobre una versión doble cabina.