Todo un símbolo, en el día de su asunción como presidente de la Nación, el Ing. Mauricio Macri eligió dos autos para trasladarse muy diferentes y con características muy particulares, aunque finalmente utilizó sólo uno.
El primero de ellos fue una Volkswagen Touareg blanco, un SUV importado que -en este caso- se diferencia por ser uno de los pocos híbridos que se comercializaron en el mercado argentino. ¿Por qué hablamos en pasado? Porque el Touareg Hybrid llegó en pocas cantidades al país y al no contar con beneficios impositivos, la marca alemana apenas pudo comercializar una veintena de unidades.
Sorprendió que Macri junto a su esposa, Juliana Awada, e hijas saliera de la propia cochera de su departamento a bordo de este vehículo blanco cuando habitualmente se traslada en una van Chrysler Town&Country.
Según corroboró Cosas de Autos, esta unidad pertenece a la flota de Volkswagen Argentina el cual fue cedido especialmente para esta particular ocasión, robándose todos los flashes y las imágenes.
El segundo auto que Macri había escogido era el Cadillac presidencial 1952 donado por General Motors cuando Milton Eisenhower -hermano del presidente estadounidense- visitó nuestro país. Desde entonces fue usado por distintos mandatarios, tal el caso de Juan Domingo Perón y Raúl Ricardo Alfonsín.
Sin embargo, según trascendió, por un pedido de la seguridad, el Cadillac quedó guardado en la cochera del Congreso Nacional y se optó por unir el Palacio Legislativo con la Casa Rosada en la Touareg, a la que le corrió el techo de vidrio para que el presidente y la primera dama pudieran saludar durante el recorrido.
Cuando híbrido es sinónimo de incomprable
Lanzada en junio de 2013, se trató desde aquel momento en un modelo muy interesante pero a la vez inaccesible para cualquier bolsillo.
El gobierno nacional de Cristina Fernández nunca trabajó para impulsar la comercialización de vehículos de este tipo en el país, salvo por bajar en un 30% los impuestos que abonan por arancel (extra zona) en el caso de las primeras 200 unidades del Toyota Prius que se importaron.
En su lanzamiento, la Touareg Hybrid tenía un precio de $830.500 y a dos años y medio -y con los impuestos internos afectándola de lleno- hoy se comercializa a imposibles $2.605.788,20. Estamos hablando de pagar cerca de u$s 200.000 cuando el mismo modelo se vende en EE.UU. a u$s 67.000, una diferencia incomprensible.
Ojalá Macri, ahora en su rol de presidente, incluya en su agenda de trabajo la promoción de la comercialización de vehículos no contaminantes o de menor impacto para el medio ambiente, como son los híbridos y eléctricos.