Las conversaciones entre los países representantes del Mercosur y de la Unión Europea (UE) se iniciaron hace meses con un fuerte impulso de la Argentina, ya que es un anhelo del presidente de la Nación, Mauricio Macri en su búsqueda de abrir el país comercialmente al mundo.
En lo que compete estrictamente al rubro automotor, las reuniones se sucedieron en Brasil y Argentina en las que se definieron las pautas generales y un borrador que será revisado el 27 de noviembre en Bruselas, Bélgica, donde funciona la sede administrativa de la UE. Y, de no mediar imprevistos, el anuncio del acuerdo de libre comercio se realizará el 10 de diciembre.
“Lo que se dará a conocer es una carta de intención que ya está bastante definida en el caso de la industria automotriz, y que apunta a llegar al arancel 0% de acá a unos años”, le dijo a Cosas de Autos una alta fuente de una automotriz con presencia en la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
“El esquema propuesto entre Mercosur y UE sería gradual: de acá a ocho años se mantendría el arancel actual de 35% que paga cualquier vehículo extra-zona y luego se iría bajando un 5% cada año hasta llegar a 0%”, nos anticipó el directivo.
De ser así, hasta 2025 no habría cambios arancelarios para los vehículos que se importen desde cualquier país de la UE y, a partir de 2026, comenzarán a llegar con una reducción impositiva del 5% que en 2032 (o sea dentro de 15 años) llegará a cero.
Durante ese tiempo deberán sentarse las bases para que la industria automotriz local sea lo suficientemente competitiva como para no sucumbir ante lo que propone el libre comercio cuando se está frente a países más eficientes como Alemania, por ejemplo. De ahí la intención del gobierno nacional de llevar al Congreso un paquete de reformas tributarias y laborales que mejoren la competitividad del sector.
Enfriamiento hasta enero
“El anuncio que hizo (el ministro) Dujove freezó todo”. Así graficó un directivo de una importadora de autos lo que sucedió los días posteriores a la conferencia de prensa en la que el titular de la cartera de Hacienda anticipó la eliminación de los impuestos internos para los vehículos de hasta $800 mil.
“Teníamos clientes decididos, con operaciones cerradas que al día siguiente llamaron por teléfono para echarse atrás o ponerlas en stand by. Es lógico, nadie quiere arriesgarse a pagar de más y perder dinero”, agregó nuestro interlocutor que pidió mantener su identidad en reserva.
Está claro que la intención de Dujovne era dar una señal positiva pero que el efecto logrado fue el contrario, deteniendo las operaciones hasta que se critalice el anuncio (algo que ocurriría por decreto el 1/1/2018). Y quizás ese “enfriamiento” se refleje en las cifras de pantentamientos de los últimos dos meses del año, con una caída en las ventas.
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