Fórmula 1: Kubica, lo que no te mata te hace más fuerte

Hace un año (se cumplirá mañana, para ser preciso), el Gran Premio de Canadá era el peor momento en la carrera deportiva del polaco Robert Kubica. Su BMW-Sauber se tocaba con el Toyota de Jarno Trulli y salía catapultado hacia uno de los muros de contención, a más de 200 km/h. Las imágenes de ese pequeño tornado que destruyó su auto en unos pocos segundos hicieron pensar lo peor. Su cuerpo inmóvil dentro del habitáculo, su casco casi chocanco el suelo, los auxiliares de pista desesperados, todo hacía recordar a accidentes fatales, pero afortunadamente el final era feliz. Dos días después, Kubica se recuperaba en su casa, esta vez las medidas de seguridad le habían salvada la vida.
Este fin de semana, al regresar a Canadá para correr la misma carrera, Kubica fue abordado lógicamente por la prensa que quería saber qué sentía. “Me gusta mucho correr en este circuito, es muy veloz”, les respondió. El fantasma del accidente había quedado atrás y el polaco estaba decidido a cumplia una buena actuación, mejorando, como en las últimas fechas. Sin embargo, un impensado error del británico Lewis Hamilton, que ocasionó un accidente a la salida de boxes durante una neutralización digno de un “dominguero” en el supermercado, le dejó servido en bandeja su primer triunfo. Kubica voló en cada vuelta, no cometió errores y festejó en lo más alto del podio donde casi pierde la vida. Además, como para agregarle más emoción a la historia, le dio la primera alegría en este deporte a su país y a BMW como equipo integral dentro de la categoría, y quedó como nuevo líder del campeonato. “Parece una carrera hecha por escritor”, dijo en la conferencia de prensa. Pero si vemos esta historia llevada al cine intuyo que nadie se la cree de tan perfecta.
“Lo que no te mata te hace más fuerte”, reza un dicho popular y hay mucha razón en eso.