Fórmula 1: Hamilton consiguió el título en la última curva

Un amarrete quinto puesto le alcanzaba al británico Lewis Hamilton para consagrarse campeón del mundo de la Fórmula 1 en el Gran Premio de Brasil. Y bueno, uno esperaba que hasta ganara la carrera pero no. A falta de una curva para finalizar una carrera que Felipe Massa dominó de punta a punta, el moreno de McLaren era… ¡Sexto! Apenas si los nervios le permitían dominar su auto bajo una lluvia cada vez más intensa que le aportó un desenlace dramático cuando restaban seis giros. Sin embargo, en la última curva, Timo Glock -que optó por no entrar a cambiar neumáticos- ya no pudo llevar su Toyota y fue superado por Hamilton, quien así alcanzó su primer título.
En el box de Ferrari todos se abrazaron cuando Massa cruzó la meta sin esperar el clasficador final, algo parecido sucedió en las tribunas del autódromo paulista donde muchos daban por hecho que la corono se quedaba en casa. Pero una vez más la suerte quedó del lado del campeón. Lewis Hamilton se convirtió así en el primer hombre de raza negra en ser monarca de la máxima categoría del automovilismo mundial y además en el más joven de la historia.
El GP de Brasil de 2008 será una carrera recordada porque Massa hizo todo bien (desde la clasifica, obteniendo la pole) y no le alcanzó; porque Fernando Alonso -que fue segundo- volvió a demostrar todo su talento y que con un auto más competitivo hubiese peleado una vez más por el campeonato; porque David Coulthard no pudo despedirse de la máxima como quería, y fue el primero en abandonar; porque Nelson Piquet vaticinó que Hamilton no iba a pasar de la primera curva a causa de sus errores y el que no pasó de la primera curva fue su hijo, Nelsinho, quien tiene un pie afuera del equipo Renault; y porque el joven Sebastian Vettel -con su cuarto puesto y buen manejo en piso mojado- cierra un año espectactular en el que dejó de ser promesa e ilusiona en bien del espectáculo.
Al término de la carrera, Hamilton declaró: “Cuando vi a Glock girando más lento pensé: ‘Dios mío, esto no está pasando’.” Quedate tranquilo, Luisito, nosotros tampoco lo podíamos creer.