Este lunes, en conferencia de prensa, Katsuaki Watanabe, presidente de Toyota, anunció que la automotriz que lidera sufrirá en el ejercicio 2008-2009 las primeras pérdidas de su historia, al atravesar “una situación de emergencia sin precedentes” motivada por la crisis del mercado automovilístico mundial.
Toyota prevé pérdidas operacionales de hasta 150,000 millones de yenes (unos u$s 1.690 millones), las primeras desde que empezó a publicar sus resultados financieros en 1940.
“La compañía se enfrenta a una crisis sin precedentes y no puede evitar registrar un déficit operacional en este ejercicio”, declaró Watanabe desde Nagoya, Japón. Al mismo tiempo, la empresa que ya suprimó 3.000 puestos en ese país, confirmó que congelará la puesta en marcha de su nueva fábrica en Mississipi, Estados Unidos (donde iba a producir el Prius) y que reducirá su producción en India.
“La compañía ha decidido o bien retrasar o bien revisar casi todos sus proyectos destinados a incrementar sus capacidades de producción o construir nuevas plantas”, dijo Watanabe. Esto también podría poner freno al proyecto de producir en Brasil un nuevo auto compacto para mercados emergentes.
Para el actual ejercicio, Toyota prevé unas ventas globales equivalentes a 21,5 billones de yenes, frente a unas proyecciones anteriores de 23 billones de yenes, y espera vender 8.96 millones de autos, un 10% menos que el año anterior.
