Dakar Argentina-Chile 2009: desclasificación de Al Attyah y punta para Volkswagen

Un golpe de escena tras otro, así es el Dakar Argentina-Chile 2009. La edición sudamericana parecía más light que la versión original, pero al promediar la competencia el recorrido fue mostrando las huellas del cansancio, los errores humanos y los imponderables de siempre. Con la muerte de Pascal Terry la atención se puso sobre la organización y dejó de lado lo estrictamente relacionado con los líderes. Pero ayer, la descalificación del puntero, el piloto qatarí Nasser Al Attyah (BMW), volvió a sacudir el Dakar. Este personaje pintoresco, con título de príncipe y varias participaciones en Juegos Olímpicos no sólo venía cayendo simpatico a todos sino que demostraba una tenacidad a la altura de los mejores. Se impuso en la sexta etapa y se mantenía al tope del clasificador pero se corroboró que no cumplió con nueve controles de paso en el tramo San Rafael-Mendoza. Cuando llegó el propio piloto sabía a lo que se enfrentaba, estaba resignado, sabía que era el final de su aventura. “Luego del problema de temperatura del miércoles cuando la entrada de aire se llenó de pasto, el motor no quedó bien. Ni bien comenzamos la etapa, noté que el inconveniente continuaba y, al llegar a las dunas, se hizo imposible subirlas. Tomé un camino alternativo y perdí algunos puntos de control. No sé cuántos, pero si eran más de tres me excluían. Sabía que así sería”, confesó Al Attyah.
“Disfruté del rally aquí y fue una gran carrera porque siempre hubo gente dispuesta a ayudar. Lamento haber abandonado, ya que la lucha con (Carlos) Sainz era muy buena”, declaró el qatarí que ya piensa en la revancha.

De esta forma el sudafricano Giniel De Villiers (Volkswagen) quedó a la cabeza de las posiciones, delante de sus compañeros de equipo, el español Carlos Sainz y el estadounidense Mark Miller en un 1-2-3 impensado hasta por el alemán más optimista. A esta circunstancia se sumó el abandono de otro candidato, el francés Luc Alphand (Mitsubishi), quien se vio obligado a desertar a causa de la descompensación de su navegante, Gilles Picard. “Se descompensó por el esfuerzo y el desgaste de una carrera de extrema dureza”, dijo el piloto.
Orly Terranova no la pasó nada bien tampoco: padeció una falla mecánica en su transmisión y el haberse encajado en las traicioneras dunas de la provincia que lo vio nacer, pero terminó la etapa noveno y asegura que su BMW está en condiciones de seguir dando pelea, a falta de un día para el descanso en Valparaíso, Chile.

Lost
Fueron 40 los vehículos perdidos este miércoles. Llantos, desesperación, balizas de emergencia encendidas y sistemas de comunicación que volvieron a fallar. Afortunadamente, uno a uno fueron encontrados. El argentino Eduardo Alan, que compite con una moto KTM 525, estuvo 16 horas a la deriva y padeció una lluvia con granizo incluido y bajas temperaturas. Ninguno de sus sistemas de comunicación funcionaron y se vio obligado a llamar por celular (que afortunadamente tenía señal) a Buenos Aires, de allí se comunicaron a Mendoza y fue encontrado a las 9 de la mañana del jueves. “Nadie de la organización me vino a buscar”, le dijo Alana al blog Aventura Dakar. “Mi Iritrack no funcionó, sólo en la largada y después se desconectó o fue la batería… Cuando quise accionar el rojo para que que m vinieran a buscar y no andaba me quería matar”, confesó. A pesar de todo, sigue en carrera.
Por su parte, la francesa Stephane Fenestraz, navegante del cordobés Gabriel Pozzo, quiso dar por concluido su primer Dakar sobre cuatro ruedas, según el diario La Nación de hoy. Ella, que conoce la dureza de la prueba africana desde el aire, como piloto de helicóptero, pidió por radio llorando: “No aguanto más, quiero bajar ya”. Es que la Mitsubishi Montero de Pozzo sufrió tres pinchaduras, se encajó en las dunas y por momentos estuvieron perdidos.