“Quién te ha visto y quién te ve”, solía decir mi mamá cuando algo le parecía excesivamente curioso. Pues bien, creo que aplica en este caso: Jim Press, el presidente de Chrysler, hizo su aparición este miércoles en el stand de la marca que preside a bordo de un Fiat 500, en la jornada inaugural del Salón de New York.
Fue una clara señal para el gobierno de Barack Obama, quien la semana pasada le concedió el margen necesario como para que firme una alianza con Fiat y así sortee la crisis que puse a la marca de Detroit al borde de la quiebra. Press, que luego presentó como novedad el Jeep Grand Cherokee 2011, expresó que los 30 días concedidos por la Casa Blanca son “más que suficientes” para que la unión se concrete.
Además se mostró optimista porque según él, los resultados del primer trimestre de 2009 fueron “relativamente más positivos” de lo que se cree.
Cabe recordar que si Chrysler no llegara al acuerdo de cooperación con Fiat, Washington dejará de ayudarla financieramente (ya recibió u$s 4 mil millones y quiere otros u$s 6 mil millones), lo que la obligaría a declararse en suspensión de pagos. Respecto de esta alternativa el directivo señaló que sigue siendo la opción menos deseable, aunque “por supuesto, no se puede rechazar nada”.
Post relacionado:
Chrysler se une a Fiat con la venia de Obama
1 comentario
a estos yanquis si que no los entiendo, le prestan un billon de dolares a la banca que fue la que ocasiono el desastre financiero (y sigue sin prestar guita a la gente) y hacen las mil y una para darle 6 mil millones a las automotrices que generan 10 veces mas empleo.