GM en América Latina: de eso no se habla

La semana pasada el rumor era que Fiat quería quedarse con la ‘gallina de los huevos de oro’: nada menos que las operaciones de General Motors en América Latina, la región que más ganancias le generan al grupo automotor de Detroit. El viernes, decidí hacer un alto en medio de tantas versiones y hoy martes retomo con la palabra oficial de los protagonistas para demostrarles que este ida y vuelta continua, que se niegan todos los trascendidos y que muchas veces no hay análisis en lo que se publica y todo se propaga más rápidamente que el influenza.

Fiat niega interés por GM LAAM
Luego de que la semana pasada Fiat informara su interés por las operaciones de GM en Europa y en América Latina y Sudáfrica, este lunes el presidente de Fiat Brasil y Mercosur, Cledorvino Belini, negó este martes que la automotriz italiana tenga estas intenciones. “Es mucha la especulación sobre ese tema. Nosotros desconocemos tal interés”, dijo el directivo en el marco en San Pablo, en el marco de un seminario. “Sólo Opel está en la discusión”, agregó.
Belini afirmó que Fiat apenas continuará com las asociaciones con otras marcas para dividir líneas de producción como ya ocurre en la fábrica brasileña de Sete Lagoas, compartida con PSA Peugeot-Citroën, donde se producen los furgones Fiat Ducato, Citroën Jumper y Peugeot Boxer, además de los Iveco Daily.
“En Polonia, por ejemplo, Fiat fabrica en la misma planta los modelos 500, Panda y Ka, en asociación con Ford”, ejemplificó. “Habrá mucha sinergia de aquí en adelante, para crear núcleos de producción y conseguir aumentar la escala y reducir costos”, adelantó.

GM no habla de LAAM
Este lunes, el nuevo presidente ejecutivo de GM, Fritz Henderson, brindó una conferencia telefónica en la que señaló que aunque “todavía hay una probabilidad de que se haga fuera de los tribunales”, es más probable que GM vaya a una bancarrota el 1 de junio, fecha que el Gobierno estadounidense puso como límite para que la automotriz se reestructure o quiebre. “Es más probable que tengamos que cumplir nuestras metas en bancarrota”, fueron las palabras de Henderson, quien no descartó irse de Detroit, mudar las operaciones de EE.UU. a otras regiones para bajar los costos de producción. “En este punto, no tengo nada que reportar. No tenemos tales planes, pero si los tuviéramos serían motivados por la lógica de negocios, que sería el ahorro de costos y rapidez”, afirmó luego de rumores que indicaban que América Latina centraría parte de la producción que ahora se realiza en EE.UU. y Canadá.

Al igual que pasó con Chrysler, GM depende de cómo prosperen las negociaciones con los tenedores de bonos del 90% de sus títulos (y no con los sindicatos) a quienes les ofrece hacerse cargo del 10% de la nueva compañía a cambio y por el momento la oferta no fue bien recibida. El plan prevé que el gobierno se quede con el 50% de las acciones, en compensación por sus préstamos; el fondo del seguro de salud de los empleados mantendría con un 39% y los accionistas actuales un 1%.

Respecto de Opel, Henderson se mostró optimista con que el gobierno alemán acepte la llegada de un socio. “Estamos hablando con varios oferentes con el objetivo de al menos tener algo de comprensión de lo que parezca un acuerdo y nuestro objetivo es hacerlo poco antes de fin de mes”, indicó. En cuanto a su marca Hummer, dijo que han recibido tres ofertas y sobre Saturn, que varias partes han declarado su interés.

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Pero cuando fue consultado sobre las operaciones en GM América Latina y su relación con Fiat, el mandamás del grupo prefirió ‘ponerse el casete’ y no hablar del tema. “Nuestro negocio en Latinoamérica ha sido un contribuyente muy sólido en los últimos años, es un negocio que conocemos bien y operamos bien, del que tenemos grandes retornos”, comentó. “Este es un negocio que conocemos y nos gusta mucho y no voy a comentar mucho sobre el rol que pueda jugar en las negociaciones”, agregó.