El piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull) se quedó con el triunfo este domingo en el Gran Premio de Abu Dhabi, Emiratos Árabes, fecha que significó el cierre de la temporada 2009 de la Fórmula 1. El joven de 22 años concluyó así una temporada brillante en la cual ganó en cuatro ocasiones (Shangai, Silverstone, Valencia y Abu Dhabi), subiendo al podio en otras cuatro ocasiones y alcanzando el subcampeonato. Detrás de Vettel arribaron su compañero de equipo el australiano Mark Weber y el nuevo campeón mundial, el británico Jenson Button (Brawn GP).
Si bien el trámite de la carrera no brindó gran espectáculo (sobre todo después de la deserción del poleman Lewis Hamilton por un problema en los frenos), uno no se podía despegar de la televisión porque vuelta tras vuelta se podía descubrir algún detalle del magnífico autódromo Yas Marina, diseñado por el arquitecto Hermann Tilke.
Tiene una extensión de 5.554 metros, con diferentes variantes para albergar distintas categorías, con la recta es la más larga del calendario y con una salida de boxes, por ejemplo, que pasa por debajo de la pista.
La competencia se largó en el atardecer de los Emiratos por lo que comenzó de día y finalizó de noche, haciendo gala de una iluminación artificial excepcional y dando lugar a unas vistas aéreas imponentes, con edificios iluminados de diferentes colores. Además de ser impecable, la transmisión hizo gala de animaciones en 3D para mostrar diferentes alternativas de la carrera.
El trazado tiene la particularidad de que se ubica en la isla Yas Marina, la cual se asemeja a una Monaco moderna, con los barcos amarrados a metros de donde transitan los autos de Fórmula 1 y con la pista pasando por el medio de un hotel. Por otra parte, el autódromo cuenta en sus inmediaciones con las instalaciones que darán lugar al parque temático Ferrari, el primero en su género en el mundo, el cual ostenta una impresionante cúpula roja con el logo de la marca en el centro, el cual se ve desde lo alto al arribar al lugar en avión.
1 comentario
Muy lindo todo, la carrera, no fue un espectaculo en sí misma, pero el escenario es impresionante, se justifican los 1.200 millones de dólares invertidos y aunque el circuito no da para muchos sorpasos el trazado no es aburrido, en ese sentido me parece mejor que el clásico de Montecarlo. Bien por Vettel.
Saludos, Ignacio.
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