Publicidad: una mirada en detalle al comercial argentino del Nissan March

Hace tiempo que no analizaba un comercial de autos y el del Nissan March me motivó por múltiples razones. En primer lugar por la originalidad de la propuesta que transmite directamente el concepto que la marca japonesa quiere expresar con la llegada de este modelo de entrada de gama al mercado argentino: “Ahora hay un Nissan donde antes no había”.

Nada más que agregar, más claro, imposible. Se refleja sin chicanas la posibilidad que tiene esta automotriz de ofrecer a nivel local un producto en el segmento de los compactos.

En segundo lugar me pareció interesante que, a diferencia de lo que suele suceder, Nissan no se ocupó de evitar mostrar otros productos de la competencia (porque si no se dieron cuenta, en la mayoría de los comerciales de autos aparecen modelos discontinuados o “inventados”).

En este caso, no. A los cinco segundos -incluso antes de que aparezca en escena el March a escala real (no el de juguete)- se ven parcialmente un Peugeot 207 Compact y un Honda Fit que -si se quiere- son rivales del modelo protagonista del comercial.

Eso sí, cuando el nene que “hace aparecer” los March decide cambiar la historia, el auto que “desaparece” es un Rover. Tal como sucedió en su momento en el comercial de Renault Fluence (ver nota), la desaparecida marca inglesa vuelve a ser “víctima” en una publicidad argentina: sale un Rover 200 y entra el Nissan March.

Y al ver este truco -como ex propietario de un Rover 200- me surgió una duda. ¿Miden lo mismo estos dos autos? Las fichas técnicas me dieron la repuesta: como suponía, el March mide 3.780 mm. de largo mientras que el Rover llega a los 3.980 mm. pero por esas cosas de “la magia de la televisión” ambos parecen de idénticas proporciones.

Sobre el final, un Citroën C3 (otro competidor directo de este Nissan), un Chevrolet Classic SW taxi, un Honda Fit, un viejo Renault Mégane hatchback y un aún más veterano Renault 19 ven alejarse al March por una calle pintoresca calle porteña.

Linda historia contada en apenas 45 segundos para un auto que es novedad absoluta en el país. Lamentamos que el nombre del modelo no sobreimprima en ningún momento (ni siquiera en la placa de cierre o en la dirección web) como para ayudar a algún desatento a recordar de qué producto se trataba.