¿Adivinan el resultado de este combo? Un chico de 19 años andando a alta velocidad al mando de un BMW M3 de 420 cv por una ruta del parque South Mountain en Phoenix, Arizona. Demasiada potencia, exceso de adrenalina, poca pericia y mucha suerte.
Ojalá imágenes como estas -en las que nadie sale lesionado simplemente por la combinación de tecnología con milagro divino- contribuyan a concientizar de lo que puede pasar (y en efecto pasa) cuando se maneja de manera imprudente.
Cómo pasar de ser un “genio” a un “estúpido” en una curva