Hace tres años, la agencia de publicidad DDB Tribal de Alemania apeló a un original recurso para publicitar la amplia capacidad de carga del furgón Volkswagen Crafter mostrando que en su interior podía cargar hasta un Volkswagen Fox.
Con una cabina de carga de 4.300 mm de largo (6.940 mm largo total); 1.780 mm de ancho y 1.940 mm de alto, la Crafter puede ciertamente alojar un Fox que mide 3.825 mm de largo; 1.640 mm de ancho y 1.524 mm de alto.
Y así lo promocionaron en las calles de Berlín, bajo el eslogan: “Hay espacio para todo”.
Esta impresionante van puede llevar hasta 1.237 kg de carga en sus 14 m3 de capacidad volumétrica, mientras que el Fox pesa unos 1.087 kg (datos aportados por VW Alemania).
Pero la publicidad se quedó corta y el ingenio puesto al servicio del mal pueden superar cualquier acción marketinera. Resulta que hace pocas horas, la policía de Hungría detuvo en un control rutinario una VW Crafter que en su interior transportaba un BMW X6.
¿Cómo? Sí, en el puesto fronterizo de Nagylak, lindero a Rumania, la sorpresa fue mayúscula cuando se abrieron las puertas de la van de color azul (¡igual a la de la publicidad alemana!) y en el interior estaba un imponente X6 descuartizado.
Tal como se suele ver en los desarmaderos, el SUV de BMW yacía apilado, desarmado, como en un gigantesco tetris de acero, aluminio y plástico, listo para pasar del otro lado de la frontera y ser rearmado (o vendido en partes, vaya uno a saber).
El BMW X6 es un SUV deportivo que mide 4.877 mm de largo, 1.983 mm de ancho (2.195 mm con retrovisores) y 1.690 mm de alto, y pesa unos 2.000 kg (según la versión).
El chofer de la Crafter, de origen rumano, dijo que venía con su carga desde Italia y que el destino final era su país; la policía húngara se contactó con sus par italiana y así corroboró que -efectivamente- se trataba de un vehículo robado con pedido de secuestro.
Dicen que la realidad supera la ficción, agreguemos un apartado que diga que también supera a la publicidad.