Dos grandes de la industria salieron de comprar y en sendas subastas se quedaron con lotes únicos. Nos referimos a Porsche y a Jaguar que compraron nada menos que el autódromo de Kyalami en Sudáfrica y una colección de 543 Jaguar de todas las épocas, respectivamente.
La filial sudafricana de Porsche -que no es parte del Grupo VW sino un importador- se impuso en una subasta en Johannesburgo en la cual salió a la venta el tradicional trazado que supo recibir a la Fórmula 1 hasta 1993, y que corría peligro de ser destruido. Según informó la agencia Bloomberg, pagó unos 205 millones de rands, equivalentes a u$s 19.5 millones.
Lejos de lo que se pensaba, Porsche se hizo con el “lote” en menos de un minuto y por una cifra inferior a la que se barajaba en la previa. Chalwin-Milton, director general de The High Street Auction Co. confirmó la operación y la indentidad del comprador, y al mismo tiempo adelantó: “Porsche Sudáfrica fue el adjudicatario. Ellos van a mantenerlo como tal. Creo que van a desarrollarse alrededor de la pista, algo que a su vez aumentará el valor para los propietarios”.
El predio tiene 72 hectáreas y pertenecía a una empresa en liquidación, se rumoreaba que con el auge inmobiliario podía llegar a duplicarse el valor obtenido como reserva pero el interés del importador de Porsche parece haber cambiado los planes.
Kyalami es un circuito cercano a los argentinos ya que allí ganó Carlos Alberto Reutemann; fue en el Gran Premio de Fórmula 1 de 1974, el cual no otorgaba puntos por el campeonato del mundo. Al año siguiente (foto) y en 1982, el santafesino subió al segundo escalón del podio en el GP de Sudáfrica.
Una colección única
Jaguar, en tanto, le dio un jugoso cheque (sin develar la cifra) al coleccionista privado James Hull, un odontólgo británico de 53 años amante de los autos que durante décadas se encargó de comprar algunas unidades muy especiales.
“Es la obra de toda una vida”, reconoció Hull que vio con buenos ojos que todos esos autos se quedaran en su país y no se dispersaran por el mundo. Entre ellos hay más de 130 modelos de Jaguar entre los que se destacan 30 Mark, más de 20 XJ, 19 XJS, varios C-Type, ocho E-Type y un D-Type; además hay varios Swallow Sidecars y Austin Seven con carrocería Swallow, todos ellos en perfecto estado de conservación, incluyendo modelos pre-Guerra como un KXSS, y unidades que fueron propiedad de Winston Churchill y Elton John.
“Viajar por el mundo para construir la colección en los últimos años ha sido un trabajo de amor y una vida de trabajo, así que mi principal motivación no era obtener el precio máximo, sino más bien asegurar el futuro de la colección en este país con el propietario adecuado”, declaró Hull que le entregó las llaves de sus niños mimados a Jaguar Special Operations, la división de la marca encargada de proteger el patromonio histórico.
Hull, que guarda sus autos en galpones en Herefordshire, le ganó tres batallas al cáncer y ahora quiere descansar. En mayo (ver nota) se hablaba que pedía 100 millones de libras esterlinas, unos u$s 170 millones por su colección de autos, la más grande de Gran Bretaña.