“Y pensar que nosotros tenemos un modelo así y no nos animamos a traerlo para acá”. La frase me la dijo Gustavo Fosco en Pinamar, en enero de 2013. Acabábamos de hacer una nota en el stand de Renault, conversábamos sobre la marca y compartíamos una bebida al reparo del sol mientras los autos de los turistas pasaban a poco metros, por la rotonda de Bunge.
Gran conocedor del mercado, me hizo ese comentario off the record ante el paso de un Chevrolet Spin, modelo que había sido lanzado apenas dos meses antes (ver nota), y que ya mostraba que había sido bien recibido por el público.
Fosco, por entonces responsable de Comunicación de Renault Argentina, reconocía como un gran acierto de una marca rival en haber ocupado un espacio vacío luego de la desaparición de los monovolumenes.
“Nosotros tenemos el Lodgy, pero…”, atinó a decirme y dándome a entender que faltaba una decisión fuerte de la compañía para que el familiar -que poco antes se había develado en Europa- llegara también al Mercosur.
Pasaron dos años y mucho cambió desde aquella charla informal. Gustavo Fosco perdió la vida en un accidente aéreo y la automotriz que por entonces encaraba un gran año y soñaba con importar modelos como el Clio IV debió acomodarse a los vaivenes de la industria y a los cambios de reglas impuestos por el gobierno nacional.
¿Por qué ahora?
El lunes último (ver nota), Renault Argentina confirmó que producirá en Fábrica Santa Isabel los modelos Logan y Sandero, los cuales -casualmente- comparten la plataforma B0 con el familiar Lodgy.
El Lodgy se lanzó originalmente bajo la marca Dacia y, tal como ocurrió con los otros dos modelos antes mencionados, luego comenzó su expansión hacia Europa del Este con el emblema del rombo en su frente. Pronto también desembarcará en la India (incluso con versiones Stepway).
Su potencialidad en el Mercosur está más que a la vista porque, tal como sucece con la Spin, no es un producto que impacte visualmente por su belleza sino que es estrictamente funcional para lo que fue desarrollado.
Con 4.498 mm de largo, una distancia entre ejes de 2.810 y versiones de 5 y 7 plazas, sería una alternativa lógica ante la desaparición del lineup de modelos muy requeridos como Scénic.
Ante la noticia de la confirmación de la inversión en la planta cordobesa de Renault me acordé de Fosco, de aquella charla y de la Lodgy. Y reparé una y otra vez en que el comunicado de Renault expresa que se trata de “una plataforma de comprobado éxito para el Grupo Renault que le permitirá incorporar nuevos modelos a su plan productivo en el mediano y largo plazo”.
Quizás el Lodgy hoy esté un poco más cerca y el deseo de Fosco se concrete en algún momento, devolviéndole al rombo un lugar dentro de las preferencias de las familias argentinas.
Por Sergio Cutuli.
