Gracias a la invitación del área de RR.PP. de Volkswagen Argentina viajamos a Córdoba a vivir una doble jornada de On Rally Experience en el marco de la fecha mundial del WRC. La propuesta fue imposible de rechazar ya que comprendía muchas sorpresas para los periodistas que el sábado bien temprano abordamos el avión que nos llevó hasta la capital de la Docta.
El VIP de VW en el predio Fanatic de Capilla del Monte fue el lugar elegido para ver el SS9 tras un suculento almuerzo en una carpa con todas las comodidades, ubicada a escasos 150 metros del paso de las máquinas.
La tribuna central aseguraba una visión inmejorable del salto de los autos, garantizaba buenas fotos y un breve pero intenso contacto con la prueba.
Pero todo se dio de manera insospechada: el segundo auto que vimos pasar fue efectivamente el nuevo Polo R WRC de Sébastien Ogier, quien tras sufrir problemas mecánicos se había re-enganchado, y desde atrás demostraba que tenía medios para pelear el podio. Y el tercer auto fue el de su compañero Andreas Mikkelsen, joven promesa de Noruega.
Lamentablemente, el cuarto auto en aparecer fue el gran protagonista de la jornada, el Hyundai i20 de Hayden Paddon, quien entró desacomodado en una trepada y terminó chocando contra un espinillo y golpeando a seis espectadores a unos 500 metros de donde estábamos ubicados.
El traslado de un herido tras el accidente de Paddon en el SS9.
Faltaba mucho, aún restaba el paso de los punteros, los DS3 que terminarían llevándose el triunfo y del Polo R de Jari Mati Latvala que hasta entonces venía tercero, pero la noticia de la suspensión del parcial llegó pronto y con Pedro Martínez Díaz, gerente general de VW Argentina, nos miramos en la tribuna y emprendimos raudos el camino al bus que nos llevaría (tras 5 horas a causa del tráfico) al Sheraton de Córdoba.
Una ducha, una cena y una charla de sobremesa (que incluyó autos, fútbol y política) con Matías Szapiro, flamante director de RR.PP. y gubernamentales de Volkswagen Argentina, sirvió para relajarse y empezar a vivir lo que se venía el domingo.
Mientras muchos en Capital Federal se levantaban para ir a votar y debían decidir en el cuarto oscuro, nosotros nos debatíamos sobre qué actividad realizar: ¿Volar en helicóptero o ser copiloto en un auto de Maxi Rally?
Afortunadamente, al arribar al Parque Temático de Villa Carlos Paz (mismo escenario donde dos días antes se había corrido una de las etapas especiales del rally) nos ahorraron tener que elegir. Hubo tiempo para que tengamos nuestro vuelo de bautismo en helicóptero sobre el Lago San Roque y el Parque de Asistencia, y también para disfrutar en la butaca derecha de un Maxi Rally.
Gabriel Pozzo, ex-campeón mundial del Grupo N, al mando de un Volkswagen Gol de 280 cv nos regaló una de esas vivencias que no tienen precio y de la que hablaremos toda nuestra vida. Y por segunda vez en el día nos sentimos muy afortunados.
Como si algo le faltara a la jornada, el almuerzo contó con la supervisión de Narda Lepes, quien nos agasajó con la preparación de cientos de verduras, ensaladas y acompañamientos de un suculento asado.
Y tras el postre, hasta la carismática cocinera se animó a dejar la cocina y ponerse el casco (sin sacarse el delantal).
La adrenalina le dio paso a un brindis con champagne y nos fuimos derecho a la terraza del Hotel Portal del Lago para charlar con el experimentado Luis Moya, ex-copiloto y embajador del equipo Volkswagen, quien no sólo brindó explicaciones sobre el magro resultado de los pilotos de la marca sino que además, gentilmente ofició de traductor de Mikkelsen, que también respondió las consultas de la prensa.
Luis Moya, Andreas Mikkelsen y Pedro Martínez Díaz.
El broche de oro -para nuestros anfitriones- hubiese sido estar junto a los autos y en el podio, como se esperaba en la previa, pero como dice el dicho “los fierros son impredecibles” y no pudo ser, y Moya sabe bien de eso. El año próximo habrá revancha.
