Nunca es sencillo superarse, sobre todo cuando es uno mismo quien ha fijado la vara tan alta, de todos modos la tecnología -porque de eso hablamos- avanza con pasos de tranco largo y permite en poco tiempo mejorar lo que parecía imposible. En eso andan los ingenieros de Ford, quienes lanzaron recientemente en el país el Nuevo Focus.
Así y todo, no faltará aquel que se pregunte qué fue lo que se modificó en esta renovación que -al menos exteriormente- es meramente estética. Y es cierto, a simple vista el cambio pasa por la nueva parrilla hexagonal, símbolo de la evolución del Kinetic Design y que cosecha tantos amantes como detractores; a muchos esta suerte de “boca de pescado” le sugiere más deportividad mientras que a otros les parece algo exagerada. Va en gusto.
El diseño también muestra nervaduras que se prolongan sobre el capó y los faros más delgados, mientras que el cambio es aún más sutil aún en la cola, tanto del hatchback que probamos, como del sedán. A su vez estrena diseño de llantas de cinco rayos, en forma de flor, con su interior pintado en negro.
El resto de las modificaciones son “invisibles”. En este camino de “democratizar la tecnología”, como le gusta decir al “evangelizador” Ricardo Flammini, director de Marketing, Ventas y Posventa del óvalo, Ford apeló a su slogan y llegó “más lejos”. Veamos qué tiene de nuevo este producto global fabricado en General Pacheco.
A bordo
La calidad percibida en el interior del Nuevo Focus es muy buena y la sensación de estar ingresando en un auto moderno, también.
Sin ser ostentoso, su propuesta ofrece un sinfín de elementos que hacen agradable la vida a bordo, con una plancha de buen diseño, hecha en impecable plástico inyectado, y una completa consola con detalles en Piano Black en la que se prevalece el sistema multimedia Sync MyFordTouch; dotado de una pantalla táctil de 8″, desde aquí se puede navegar por GPS, monitorear hacia atrás las maniobras de estacionamiento, administrar las fuentes de música y video, y configurar distintas funcionalidades.
Vale recordar que el Focus ya interpretaba comandos de voz del tipo “Tengo hambre” sugiriendo los restaurantes más cercanos en el GPS, por ejemplo. Y también ya estacionaba solo de forma paralela, en lo que fue toda una revelación en el mercado local. ¿Qué más se le podía pedir a un auto hecho en la Argentina? Bueno, ahora también sale del lugar de estacionamiento de manera autónoma. Y se estaciona sin tocar el volante de forma perpendicular, ideal para ponerlo en práctica en espacios reducidos de cocheras, shoppings o supermercados.
Los comandos del climatizador bi-zona también son nuevos, intuitivos y de muy buena respuesta, aunque no cuenta con salidas para las plazas traseras.
¿Pero es es todo? No, ahora además frena solo al detectar un peligro. Mediante el sistema Active City Stop, el auto detiene su marcha a menos de 20 km/h cuando el sensor que monta en el parabrisas detecta un objeto en el cual su señal rebota. Frena y frena a fondo, se clava, aún si uno en ese momento tiene el pie sobre el acelerador. Con esta función -que obviamente se puede desactivar- se puede evitar un impacto o minimizar los daños, incluso hasta 50 km/h, que es el típico choque por distracción en una avenida congestionada.
También cuenta con el Sistema MyKey desde el cual se pueden programar distintas funciones como por ejemplo limitar la velocidad máxima o impedir que se pueda encender la radio si el conductor no tiene el cinturón de seguridad colocado. Ideal para padres precavidos que le prestan el auto a sus hijos.
¿Techo solar, faros de bi-xenón, nivelación automática de altura en luces delanteras, acceso y arranque sin llave? Sí, sí, todo eso también lo tiene, pero es con adelantos como el Active City Stop o el Control de Estabilidad Preventivo (evolución del ESP que ya incorporaba) con lo que se destaca este Ford.
¿Detalles a mencionar? La calidad de los tapizados, el apoya-brazos central trasero, la manija interna del puertón trasero, los lava-faros, la regulación eléctrica de la butaca y los sensores delanteros y traseros.
¿Las contras? Como no hubo cambios estructurales que repercutan en las dimensiones (exteriores o interiores), lo más negativo del mediano de Ford sigue siendo la ajustada habitabilidad en las plazas traseras para adultos, con limitado espacio para piernas y poca distancia de la cabeza al techo.
A esto se le suma una apenas correcta capacidad de baúl. Son 316 litros que lo ubican último respecto de sus rivales del segmento hatch mediano: Peugeot 308 (430 litros), Chevrolet Cruze (413) y Volkswagen Golf VII (380).
Otro aspecto criticable es la presencia del neumático de auxilio temporal y la calidad mejorable de algunos plásticos de las puertas, las bisagras del baúl sin revestir, el uso de varilla en el capó, y ciertas terminaciones que desmerecen a un vehículo que pretende posicionarse como referente.
Al volante
La posición de manejo del Nuevo Focus es uno de sus aspectos más destacados y gran parte de eso se garantiza por el conjunto volante-butaca, con ajustes múltiples eléctricos, buen grip y ajuste lateral que brindan firmeza para las maniobras e invitan a disfrutar del viaje.
Además, la visibilidad es buena hacia todos los lados, incluso hacia atrás con una luneta reducida por la caída del techo. El aporte de luminosidad del techo solar, la buena ergonomía y la insonorización del habitáculo también contribuyen a una conducción placentera.
El motor es el mismo que se ofrece desde su lanzamiento en 2013, el naftero Duratec GDI de 4 cilindros, 16v, de 2 litros equipado con sistema de inyección directa y la doble distribución variable Ti-VCT. De esta forma, este impulsor atmosférico (sin turbo) entrega una potencia de 170 cv @ 6.600 rpm y responde siempre y cuando ya esté “algo arriba” en vueltas, merced a su torque de 202 Nm disponible recién a las 4.450 rpm.
En el caso de la unidad que probamos, está asociado a una transmisión Powershift de 6 velocidades, con doble embrague que, como parte de esta evolución, no sólo responde más rápido que en la anterior generación sino que ahora incorpora las levas al volante; esto que permite jugar con el pasaje de marchas de manera secuencial al momento de ser necesario. A su vez cuenta con el modo “S” (de Sport) que extiende el límite del pasaje de marchas.
Si si lo sabe llevar, el motor puede ayudar a cuidar el bolsillo con buenas cifras de consumo en ruta, debido a relaciones largas, y algo más polémicas en el uso urbano.
A 100 km/h el motor viaja relajado a un régimen de 2.200 rpm con un consumo de 5.3 l/100 km, mientras que a 130 km/h lo hace a 2.700 rpm acusando 7 l/100 km. El consumo promedio a lo largo de los casi 1.000 km que le realizamos al Focus fue de 9,2 l/100, debido a que en ciudad el consumo se elevó por encima de los 12 l/100 km.
Como referencia, a lo largo del tradicional camino entre la Ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata (contando sólo ruta y respetando las velocidades máximas) arrojó un promedio de 7,2 l/100 km.
En el aspecto dinámico muestra un equilibrio muy interesante entre confort y deportividad, tanto en el uso diario como al salir a la ruta. Su comportamiento a alta velocidad es muy firme, predecible, y tiene una dirección que enamora, en conjunto con suspensiones correctas para nuestras calles, donde se destaca la trasera multi-brazos que invita a llevarlo “fuerte” en curvas y disfrutar su tenida.
Los neumáticos son Pirelli Cinturato P7 en medida 215/50 R17 los cuales que resultan ligeramente duros para el uso diario pero sin llegar a ese andar deportivo que termina siendo molesto.
Conclusión
Familias con hijos grandes no verán con buenos ojos al auto de la mitad hacia atrás, y otros pensarán en la versión tri-cuerpo por el baúl. Sin embargo, quien busque un auto que combine semejante nivel de tecnología (y sobre todo de seguridad) con un diseño moderno y atractivo, se decidirán por el Nuevo Focus sin titubear.
A priori no es el más caro, con un precio de lista de $370.900, pero en la práctica puede serlo: al llegar al concesionario la versión Titanium AT que probamos puede tener sobreprecios de $30 mil.
En tren de pedir, y sólo porque la marca lo ofrece en otras latitudes, nos gustaría una mecánica más evolucionada, con motores más chicos y turbo (los Ecoboost), que mejoren su rendimiento de combustible en ciudad. Pero eso no será ahora, habrá que esperar a la cuarta generación.
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