No podemos prometer que este será el último post al respecto del #BTTF Day pero que coincidirán que por la temática ameritaba ser publicado hoy. La historia tiene que ver con la concepción de la trilogía Volver al Futuro, contada nada menos que por sus protagonistas.
¿Alguien imagina que la Máquina del Tiempo que transporta a Marty McFly pueda ser otro auto en lugar del DeLorean? Bueno, en el primer guión ni siquiera era un auto, era una heladera en la cual el joven debía meterse para viajar en el tiempo. Pero rápidamente los realizadores entendieron que debía ser un vehículo, y nada mejor que un auto que reflejara el concepto de volar. Y si uno piensa en volar inmediatamente lo hace también en alas, y el De Lorean cumplía con ese requisito por “sus puertas tipo alas de gaviota que lo asemejaban a una nave espacial”.
Así lo cuenta, con esas palabras, Robert Zemeckis -director de la saga- en el documental Back in Time, que Netflix estrenó a propósito del #BTTF. Allí se revela que el desarrollo del modelo que salió en la película lo hizo Michael Scheffe, un profesional que venía de darle forma a otro auto “futurista” que también pasó a la historia: ¡K.I.T.T., el Auto Fantástico!
“Si los DeLorean existieran aún, aunque hubieran estado en la película, creo que no serían tan icónicos porque la gente diría: ‘Es sólo un auto'”, opina Bill Shea, coleccionista de la marca. “El hecho de que (el DeLorean) fracasara es lo que lo hizo tan exitoso, parte de la historia del cine y de los EE.UU.”, agrega. Se produjeron unas 9 mil unidades del DeLorean, de las cuales se estima que sobreviven 6.500.
Pero lo más polémico quizá tenga que ver con lo que cuenta Bob Gale, escritor de la saga. “Un día vino un ejecutivo de Universal (encargado de vender publicitariamente la película) a mi oficina y me dijo: ‘Si cambias el DeLorean por un Ford Mustang, te pagarán u$s 75.000”. “Miré al tipo a los ojos -recuerda Gale- y le dije: ‘Doc Brown no conduce un fucking Mustang”. Durísimo.
Ford parece que recuerda aquel desaire y hoy no hizo mención al #BTTF Day pero sí dedicó este particular tweet con un Mustang como protagonista: “50 años de producción continua. Sin importar en la versión del continuo espacio-tiempo se encuentre”.
Más allá de estos dichos, ¿qué tal hubiera quedado el Mustang GT 5.0 de 1985 con la chapa patente Outatime? ¿Se hubiera convertido en un ícono?
A la intemperie
Uno de los datos más curiosos que revela el documental es que el DeLorean original de Volver al Futuro estuvo exhibido durante años en el ingreso de Universal Studios, a la intemperie y un buen día fue removido y permaneció lejos de la vista de los visitantes, a merced del sol, de la lluvia, de la suciedad y de aquellos fanáticos que de a poco lo fueron saqueando, llevándose partes como souvenir.
Así como fue que un grupo de fanáticos, encabezados por Joe Walser, decidieron crear un DeLorean idéntico al de la película sobre la base de uno de calle, el cual demoró cuatro años en ser modificado.
Sin saberlo, ese auto fue la inspiración para que Universal les encomendara la restauración del vehículo original que yacía abandonado. Así fue como Walser, que desde que era adolescente al ver la película soñó con tener un DeLorean, acabó haciendo uno para sí mismo y volviendo a la vida el del film. Y según el propio Bob Gale, quedó mejor que antes de rodar Volver al Futuro.
Imperdible documental: ideal para comprar una bolsa grande pochoclos o de nachos y a sentarse frente a la TV a disfrutar durante una hora y media.