Hay pocos modelos que se convierten en clásicos a lo largo de los años, y para las familias argentinas la Volkswagen Suran es uno de ellos, sobre todo considerando que se produce únicamente en la planta de Pacheco. Con cada una de sus evoluciones ha logrado responder a las necesidades e incorporar mayor diseño y equipamiento para satisfacer a quienes buscaban algo más un monovolumen compacto, aunque técnicamente no lo es.
Sin embargo, debemos admitir, este Nuevo Suran alcanzó ya un nivel de sofisticación que no sólo no envidia sino que supera incluso a otros modelos que integran el portfolio actual de Volkswagen.
El Suran -modelo que en Brasil es un éxito bajo el nombre SpaceFox– tiene líneas fácilmente identificables en un presente que lo encuetra prácticamente sin rivales directos. Desde su lanzamiento en 2006 se ha ido modificando sutilmente pero a la vez ganando en personalidad. Y nuestro juicio esta última generación es la más lograda.
La vista frontal corresponde a la del inconfundible (para bien o para mal) family feeling de Volkswagen, con ópticas de mayor tamaño, una parrilla más chica y un capó que se modificó en consecuencia. A su vez, el sector bajo de paragolpes, entrada de aire inferior y faros anti-niebla también sufrieron un restyling que le dan mayor modernidad y agresividad.
En los laterales no hay cambios, aunque en esta versión Highline estrena nuevo diseño de llantas de rodado 15″, mientras que en el posterior son los faros los que estrenan una leve modificación aunque no en tamaño ni ubicación.
A bordo
Los tapizados cambiaron su diseño y a pesar de no ser en cuero fueron pensados para un trato intensivo pero sin perder una buena percepción a la vista y el tacto. El volante es multi-función (con control de velocidad crucero y de radio) de muy buen grip, está forrado en cuero, tiene la base plana e incorpora detalles Piano Black en concordancia con la plancha y la consola central.
Ahí se aloja la nueva central multimedia touch de 5″ que incluye no sólo radio, cd, puerto SD y USB (mediante un cable) y conectividad Bluetooth para telefonía, sino también navegador satelital GPS, exclusividad de esta versión, y que es algo que -por ejemplo- no está incluido en el Golf (que viene desde México). Lo que no incorpora es cámara de retroceso, aunque sí está provista de sensores de estacionamiento traseros y -a partir de ahora- delanteros.
El habitáculo no ofrece variaciones en cuanto a dimensiones, sigue demostrando ser ideal para hasta cuatro ocupantes adultos y un niño, pero al sumar techo solar eléctrico aparece como más amplio y luminoso, a la vez que le confiere cierta deportividad y sofisticación.
La distancia para rodillas y piernas, así como respecto al techo son caracterísiticas de este modelo. El espacio de carga tampoco sufrió cambios: conserva su volumen de 430 litros, el cual se puede ampliar corriendo el banco trasero hacia adelante, llegando hasta 525 litros.
También se pueden cargar bultos de mayor tamaño hasta 1.580 litros abatiendo el respaldo trasero (que ahora no permite hacerlo de forma parcial sino integral). El auxilio -por su parte- se guarda debajo del piso junto con los elementos de seguridad.
Las mesitas “tipo avión” se mantienen, algo que los más pequeños valoran mucho, pero hacen falta más espacios porta-objetos así como apoya-brazos central para conductor y acompañante.
Al volante
Para quienes se hayan quedado con las ganas de más novedades de envergadura hay que decir que debajo del capó de esta Suran Highline se encuentra lo que buscaban. Acá yace un nuevo motor naftero de 1.6 litros, 16v con inyección de combustible MSI que alcanza una potencia máxima de 110 cv @ 5.800 rpm y un torque neto de 154 Nm @ 4.000 rpm; esto quiere decir que ganó 9cv y 11Nm respecto de la versión con el mismo motor pero de 8v.
Además, el cambio fundamental es que este noble cuatro cilindros pasó a estar asociado a una nueva transmisión manual de 6 velocidades que es uno de los aspectos más importantes y destacados de esta evolución. Esta caja combina relaciones de marcha más cortas para el uso diario, lo que con la mayor potencia, aseguran una mayor agilidad en el tránstito urbano y una sexta (o sobre marcha) que lo hacen ir más relajado a velocidad lazanda en ruta.
En lo referente a consumo, a 100 km/h, donde transita a un régimen de 2.500 rpm, acusó 5,6 l/100km; en tanto que a 130 km/h, viajando a unas 3.200 rpm, nos dio 7,5 l/100km. En uso urbano, en tanto, esas cifras treparon hasta los 9.7 l/100 km, cifras lógicas para un vehículo de este porte, y donde claro que sale beneficiado a la hora de salir de viaje y poner la sexta velocidad.
El confort de marcha es otro de sus puntos altos: el Suran está pensado para las calles y caminos de de nuestra geografía. Su suspensión se ajusta casi a la perfección, con recorridos acordes y un despeje que permite transitar sin sobresaltos por todos lados. Esto se combina con una buena posición de manejo (alta, para los que aman esta alternativa), buena visibilidad, butacas con un ajuste más que correcto y la nueva dirección eléctrica que permite mejor maniobrabilidad en espacios reducidos o a baja velocidad; la insonorización es buena hasta los 130 km/h donde no se percibe la rumorosidad del motor ni ingresos de viento.
De todos modos, el gran salto que da la Suran no se ve y, afortunadamente, es como un ángel guardián que está ahí para cuando uno lo precise; nos referimos metafóricamente al Control de Estabilidad o ESP, asistencia elctrónica que debuta en este modelo, dos años y medio antes de que se lo exija por ley a todos los vehículos 0km.
El ESP, recordemos, trabaja con una serie de sensores ubicados en diferentes lugares del vehículo que monitorean su trayectoria y la pérdidad de adherencia en alguna de las ruedas. Así que se detecta el patinamiento, una maniobra brusca, un giro de volante inesperado y la posición de la dirección, corrigiendo -de ser necesario- con la aplicación de los frenos para mantener una trayectoria correcta y evitar que el vehículo se descontrole (por ejemplo que se cruce la trompa o que saque la cola, como se suele decir).
Claramente no es una auto pensado para exigirlo pero de todos modos a alta velocidad no demuestra ingobernabilidad en curvas a alta velocidad considerando su carrocería elevada y su normal tendencia a rolidos.
Los neumáticos elegidos para dotar a este modelo son Fate Sentiva en medida 195/55 R15 de producción nacional con llantas de aleación, mientras que el auxilio es indéntico, pero con llanta estampada de chapa.
El combo de seguridad se complementa, en esta versión tope de gama, con Control de Tracción, Bloqueo Electrónico de Diferencial y Asistente al Arranque en Pendientes; a su vez cuenta con doble airbag frontal, frenos con ABS, anti-nieblas delanteros y traseros con iluminación en curva (al girar la dirección se enciende el anti-niebla delantero correspondiente).
En contrapartida, carece de cinturón de tres puntos en la plaza central y de ganchos ISOFIX para sillas de niños, aunque sí tiene apoyacabezas regulables para las cinco plazas.
Conclusión
Estamos ante un modelo que ganó, al menos en esta versión con la que tomamos contacto, en muchos puntos importantes como es en seguridad, motorización y equipamiento. Es una verdadera evolución que, esperemos, en poco tiempo más se derrame al resto de las versiones.
Por otro lado, las contras son pocas y despreciables en comparación con los pro, y en relación a sus competidores del mercado. Suran ya es todo un clásico y cada vez más familias argentinas lo empiezan a mirar con cariño. Su precio al momento de la publicación de esta nota es de $254.300.-
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DISEÑO
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MECÁNICA
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SEGURIDAD
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EQUIPAMIENTO
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COMODIDAD