Lo que está ocurriendo en Santa Cruz, donde la Justicia está allanando las propiedades del empresario de la construcción, Lázaro Báez cobró tanta relevancia mediática que llegó a Cosas de Autos. Es que la repercusión y la televisación en vivo del decomiso de sus bienes deparó que se pueda ver de cerca los gustos en términos de coleccionismo de autos que tenía la familia Báez, investigada por corrupción durante el gobierno anterior.
La placa de la TV indicaba “ENCUENTRAN AUTOS DE ALTA GAMA DE BAEZ”, pero en las imágenes mostraban en primer plano una coupé Dodge GTX, un vehículo de unos 40 años que puede considerarse de colección, un par de 128 tuneados, tres pick-ups Ford (entre ellas una bellísima F-100 bi-color 1983) y hasta un Falcon. Los únicos “alta gama” que salieron del galpón de la calle Güer Aike 50 de Río Gallegos, fueron un Audi RS5 y un Porsche Cayenne.
Pero fue el Torino gris plata el que nos hizo dar cuenta de que estábamos ante el mismo galpón allando en junio de 2013. No hacía falta más que comparar las imágenes para darse cuenta.
En aquella oportunidad nos hicimos eco mediante un tweet pasó “sin pena ni gloria” pero por entonces pasó lo mismo que anoche: la prensa y los televidentes esperaban ver la famosa “flota negra” y los 900 vehículos que se vienen mencionando hace semanas pero debió conformarse con un desfile de autos de escaso valor para las cifras que se manejan. Mientras tanto, las autoridades judiciales hablan de “alanamientos exitosos”…
Dicen que el operativo se extenderá por varios días más en los que se buscarán pruebas, dinero y propiedades; nos queda la duda de que se encuentre dinero físico, pero esconder la cantidad de autos que se dice que hay suena al menos complicado. Lo cierto es que de momento, donde antes hubo alta gama ahora hay una especie de taller de restauración y personalización de autos.
Ni los temas judiciales ni los judiciales son nuestro metier, así que volveremos a este tema sólo para hablar de “cosas de autos”.