“Durísimas”, así graficaron las negociaciones entre las comitivas de los gobiernos de Argentina y Brasil que tuvieron su corolario este viernes en Brasilia, donde se acordó continuar con el esquema de “flex” con el que se venía trabajando.
Todo quedó como estaba luego de meses en los que Brasil presionó no sólo para aumentar esa cuota de intercambio que le permite vender a la Argentina sin necesidad de pagar un arancel impositivo por el equivalente a u$s 1,5 a cambio de cada u$s 1 que compra de nuestro país, sino que incluso habló de libre comercio.
Esto puede ser considerado un triunfo del gobierno de Mauricio Macri no sólo por que no se cambiaron las condiciones sino por el lapso de tiempo, ya que no habrá cambios hasta el 30 de junio de 2020. Esto dan previsibilidad no sólo a la industria automotriz local sino también a un aspecto importante de la economía argentina
Según informó este sábado el Ministerio de Desarrollo brasileño, ambos países sentarán las bases “con el foco en la integración productiva y comercial equilibrada” de cara al libre comercio luego de esa fecha.
A partir del 1 de julio de 2019, “si se son alcanzadas las condiciones para la profundización de la integración productiva y el desarrollo equilibrado de las estructuras productivas y de comercio”, el flex del comercio bilateral del sector automotor pasará a ser de 1,7, después de un acuerdo previo entre las partes.
“Estamos muy satisfechos por haber arribado a un acuerdo que durante los próximos años nos permite sostener condiciones para el desarrollo equilibrado, que impulse las inversiones y el empleo en nuestro país”, resaltó Francisco Cabrera, ministro de Producción de la Nación.
Por su parte, el ministro de brasileño de Desarrollo, Marcos Pereira, declaró: “Después de mucha negociación, llegamos a un acuerdo por más de cuatro años que trae mucha previsibilidad para el sector y que establece bases para el libre comercio automotor a partir de 2020, una gran victoria para la industria nacional”.