La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) dio a conocer las cifras de julio, las cuales marcan que persiste la tendencia a la baja en los distintos aspectos del sector.
En lo referente a la producción de vehículos, en el séptimo mes de 2016 se alcanzó la cifra de 37.706 unidades, lo que equivale a una caída interanual del 13,3% y de un 9,5% en relación a junio. De esta forma, en el acumulado enero-julio se produjeron un total de 261.744 unidades, un 13,9% menos que en igual período de 2015, cuando se fabricaron 303.903 vehículos.
En exportaciones, el sector envío durante julio 12.939 vehículos a mercados externos, un 10,6% por debajo de junio y un 38,3% menos en su comparación con julio de 2015. Así, en los primeros siete meses de 2016, las terminales destinaron al mercado externo 101.572 unidades, un 31,9% menos respecto de los 149.260 que se exportaron en ese mismo período del año pasado.
Por su parte en ventas mayoristas, se entregaron a la red 52.678 unidades, un volumen 16,6% inferior que en junio y un 2,4% menor que en julio del año anterior. En el acumulado anual, el sector lleva destinados a la red 398.882 vehículos, un 20,3% más de lo que envió entre enero y julio de 2015.
“Desde ADEFA se monitorea en forma permanente la dinámica situación en Brasil. Sin dudas, este comportamiento continúa posicionándose como el principal desafío en materia de comercio exterior, el cual, de revertir su situación contribuiría decididamente a traccionar la producción y exportación desde Argentina”, explicó Enrique Alemañy, titular de ADEFA. Además volvió a insistir en la necesidad de avanzar en la apertura de nuevos mercados de la región como Colombia y Paraguay, entre otros, para que la industria local pueda mejorar los niveles de producción y exportación.
Para Alemañy, el sector automotor -como uno de los principales pilares de la economía nacional-, promueve y se compromete a continuar trabajando con el gobierno y el resto de los eslabones de la cadena en la mejora de temas estructurales que habiliten la recuperación del sector, mejoren su competitividad y aumenten los niveles de exportaciones y la demanda doméstica de manera sustentables en el mediano y largo plazo.
“Las ventas vienen registrando cierta estabilidad en su desempeño. La significativa oferta de producto y competencia se traducen en un beneficio para el cliente, lo cual impulsa el volumen de patentamientos”, puntualizó Alemañy.