(Por Cosas de Autos). La casa de subastas italiana Della Rocca subastó el Rolls Royce Phantom II que perteneciera al recordado actor argentino Luis Sandrini, y por el que pagaron 230 mil euros (unos u$s 250 mil).
Se trata de un auto de 1929 con características muy particulares de diseño, encargadas por el propio Sandrini, y que no sólo superó las expectativas (estimadas entre 180 y 220 mil euros) sino que además se convirtió en el lote por el que más se pagó del catálogo de autos subastados en la jornada del 27 de septiembre.
¿Qué tiene de especial este auto? Por empezar que sólo se produjeron 1.680 unidades del Phantom II, entre 1929 y 1935, y en este caso cuenta con una serie de modificaciones en la carrocería. Sandrini compró el auto en 1949 y, como le gustaban los diseños de los autos americanos, decidió cambiarle el remate posterior.
Según la ficha publicada en el catálogo de la casa Della Rocca, “estos cambios, realizados en la parte trasera del auto, le dan al Phantom II influencias típicas y agresivas de los autos americanos, especialmente de los Kaiser, algo que encaja perfectamente con la elegancia británica del Rolls Royce”.
En las páginas del número 40 de la revista Autos de Época (de marzo de 2005) se puede leer que el actor “mandó a hacer la carrocería a Londres con un dibujo de diseño propio” y que “en el taller de su casa él mismo construyó el instrumental a mano”.
No obstante se conserva en muy buen estado y con la mecánica original: un motor de seis cilindros en línea de 7.668 cc3 (el más grande que fabricó Rolls Royce jamás) que entrega 109 cv @ 2.300 rpm, acoplado a una transmisión manual de cuatro velocidades.
Un auto con mucho mundo
Luis Sandrini murió el 5 de julio de 1980 a los 75 años. ¿Qué pasó con este Rolls Royce durante este tiempo? Della Rocca consigna que -en vida- el actor se lo dejó en custodia al “carpintero argentino, Luis Gironelli, quien mantuvo el auto durante unos 10 años, convirtiéndose en una verdadera atracción para los aficionados de Sandrini”.
“Entre 1965 y 1970 el auto fue devuelto a su propietario y se mantuvo en Buenos Aires durante algún tiempo antes de ser enviado a Europa, primero a Inglaterra y luego a Italia, en los años 90”, agrega.
Un detalle: el Rolls Royce estaba pintado originalmente en dos tonos de gris. Sin embargo, quien lo compró en Inglaterra decidió pintarlo de negro azulado y blanco crema, colores que tiene actualmente.
Algunos -los más viejos- recordarán haber visto alguna vez el auto en la zona de Martínez o San Isidro, donde residía Don Luis.
Alerta de velocidad casera
Algo que no cuenta la casa de subastas italiana es que Sandrini le había agregado al auto un invento suyo. Según la citada crónica de Autos de Época, el artista le había instalado un grabador que funcionaba cuando el auto alcanzaba los 100 km/h; en ese momento se accionaba una grabación que por medio de los parlantes reproducía la propia voz del actor diciendo: “Prevenido Luisito vas a 100, vas a 110, vas a 120, vas a 130… ¿Te querés matar pedazo de estúpido?”
Una suerte de alerta de velocidad, lo que marca que Sandrini era un adelantado a los tiempos. ¿Conservará aún ese implemento casero? Ojalá.