Hace rato que en Cosas de Autos dejamos de escribir netamente de automovilismo, de hacer reporte o crónicas de carreras. En los inicios, hace casi 11 años, le dábamos espacio a competencias de Fórmula 1 o del ámbito local, pero de a poco -a medida que las categorías dejaron de interesarnos- fuimos concentrando el tiempo y las energías en otros temas. Aunque conservando espacio a lo que las marcas hacen en Dakar, WEC, WTCC, Fórmula E, e incluso STC2000, TN y TC.
Debemos reconocerlo: lo que antes era una fija de cada domingo, en los últimos años se tornó una excepción. Eso de sentarse desde temprano a ver automovilismo frente a la TV, quedó en el recuerdo. ¿Por qué? Porque a nosotros, como a mucha gente, la falta de atractivo del automovilismo (incluida la F1 pero sobre todo el local) nos sacó las ganas de ver “carreras”.
Para quienes nos criamos viendo competencias que se corrían en ruta o que aprendimos qué era una serie y una final, nos costó adaptarnos a términos como “play off”, “copa de oro”, “vuelta joker”, “grilla invertida” o tener que esperar un sorteo televisado para saber el orden de largada… Alternativas que las diferentes categorías encontraron para brindar “más espectáctulo”, modificando los reglamentos (deportivo y técnico) año tras año y desvirtuando la esencia.
Sin ir más lejos, el Turismo Carretera tuvo en sus últimas dos carreras dos fechas especiales: los “1000 km de Buenos Aires” por su 80 aniversario y “El desafío de las estrellas”, en Termas de Río Hondo. Por distintas circunstancias, vimos con atención ambas competencias; y debemos reconocer que la primera nos interesó por aquello de ver cómo responderían a semejante desgaste tanto máquinas como pilotos, pero la segunda nos pareció absurda (reemplazando clasifica por sorteo en una etapa definitoria por el campeonato).
Hace pocas horas, un joven piloto y múltiple campeón como es Agustín Canapino sintetizó de manera impecable nuestro pensamiento. Pero dicho por él, que representa a una nueva generación de automovilismo, que hizo sus primeras armas en un simulador y que luego ganó en cuanta categoría de autos compitió, sus palabras cobran otro peso.
“El TC no necesita de carreras especiales. Soy purista, tengo una opinión al respecto y voy a usar una frase del Flaco Traverso: ‘El show termina cuando empieza la carrera y arranca cuando termina la carrera. En el medio son carreras y es deporte’. Esa frase tenemos que empezar a usar porque, para mí, estamos perdiendo totalmente la esencia del automovilismo y estaría bueno que recuperemos”, dijo Canapino.
Haciendo un paralelismo con el fútbol, el arrecifeño graficó: “Hay partidos que salen 0 a 0 y otros 4 a 4, pero siempre es el mismo deporte y nunca lo modifican. (…) Es siempre lo mismo, la gente lo ve y lo entiende, y sabe lo que pasa; nosotros le cambiamos el foramto todos los fines de semana y eso ahuyenta al público”.
Finalmente, el piloto que corre con Chevrolet tanto en TC como en STC2000 opinó que para lograr mayor atención del público se debería “trabajar en transmitir mejor lo que nosotros vivimos arriba de un auto, porque es el deporte más difícil de transmitir lo que hacemos a la pantalla” y a la vez “dar alternativas a los autos de carrera para que nosotros nos pasemos”.
Video: Ultima Vuelta (Fox Sports)
.