#Test: Cosas de Autos probó el Kia Cerato hatchback 2.0 AT

¿Coreano o mexicano? Da igual, la calidad también sea globalizado, ya es una constante cuando se trata de automotrices como Kia. El Nuevo Cerato ya se fabrica en la planta de Nuevo León y desde ahí comenzó hace unos meses a llegar a la Argentina, con el beneficio de no pagar arancel de importación. Esto supone una mejora en las condiciones comerciales para la filial local, un volumen algo mayor de unidades y sin perjuicio alguno para los clientes. Primera duda despejada.

En este nuevo contacto nos subimos a la versión 2.0 AT hatchback y compartimos nuestras impresiones.

A bordo
Lo primero a marcar es que no abundan los hatch en el segmento C, son pocas las marcas que lo ofrecen y que rivalizan con este Kia (Ford Focus, Chevrolet Cruze, Volkswagen Golf y no mucho más). Eso supone un punto a favor, debido a que nuestro mercado es adepto a este tipo de silueta porque denota algún rasgo de deportividad.

El diseño del modelo que nos convoca es atractivo y algo agresivo, y aunque está más que claro que respeta el family feeling de la marca, no puede afirmarse que sea original o distintivo. Los amantes de buscarle similitudes a los modelos se pelearán para ver si el Cerato es más parecido al Cruze o al Focus. ¿Eso acaso es malo? La respuesta, como el gusto, es totalmente subjetivo.

Este cinco puertas de 4.350 mm de largo, 1.780 mm de ancho, 1.460 mm de alto y 2.700 mm de distancia entre ejes se caracteriza por buenas proporciones, con una línea de cintura marcadamente en ascenso y un remate posterior bien logrado, con un corto voladizo trasero.

Sin dudas es su frontal donde queda más a la vista la propuesta de Kia, con una parrilla generosa y faros envolventes.

Tratándose de un bi-cuerpo, la capacidad de carga suele ser uno de los aspectos bajo la lupa y hay que decir que con sus 385 litros, el Cerato cumple; su boca es amplia, su ancho es total y su piso es plano y de muy buena calidad. Por otro lado, está entre los mejores del segmento: mejora los 290 litros del Cruze y los 316 del Focus, y sólo lo supera el Golf, con 380.

En lo que respecta a la habitabilidad interior, estamos ante un auto sumamente cómodo y con generoso espacio para cuatro ocupantes adultos y un menor en la quinta plaza (lamentablemente sin cinturón de tres puntos); los ocupantes de las plazas externas notarán una cintura alta y se sentirán “contenidos” sin sensación de encierro y con buena distancia entre sus cabezas y el techo.

Todas las plazas disponen apoya-cabezas regulables en altura y en las traseras hay una salida de aire (sin forzador) y un apoya-brazos central con posa-vasos.

Hablamos reiteradas veces de la sobriedad del diseño interior de los modelos de esta marca, una constante que se repite en este modelo, pero también se debe resaltar la buena calidad de los materiales tales como los asientos forrados en cuero perforado con pespunte en blanco, los interiores de puerta, el tapizado del techo, las alfombras y los detalles cromados.

A su vez, la plancha y la consola central combinan en perfecta armonía plásticos símil fibra de carbono, materiales que no son soft touch con otros forrados en cuero, así como plásticos en Piano Black, y el aluminio para la pedalera.

Desde la pantalla central multimedia, que es táctil y de 7″, se puede espejar el teléfono celular y acceder a las aplicaciones ya instaladas como Waze o Google Maps (no cuenta con GPS). Además oficia como monitor de la cámara de retroceso.

El equipamiento de confort se completa con espejos eléctricos, acceso y arranque sin llave, control crucero, climatizador bi-zona y techo solar eléctrico.

Como siempre decimos, el contacto del vehículo con el conductor pasa por dos elementos básicos que en este caso son de muy buena calidad y gran ergonomía: el volante multi-función con levas y el pomo de la palanca de cambios, ambos forrados en cuero y con detalles en Piano Black.

Al volante
La posición de manejo es excelente a pesar de que la butaca del conductor no ofrece regulación eléctrica, un punto mejorable; la columna de dirección se puede regular en altura y profundidad, y la sujeción lateral de los asientos es muy buena, así como la visibilidad desde el puesto de conducción.

En el comportamiento dinámico encontramos -para nuestro gusto- el punto más alto de este Cerato, fue algo que nos dejó gratamente sorprendidos. En la ciudad se comporta correctamente, no se perciben golpes ni rozan los bajos, además de que la suspensión responde de gran forma en nuestras calles en conjunto con neumáticos coreanos Nexen en medida 215/45 R17 con baja resistencia a la rodadura (el auxilio es homogéneo en medida y llanta).

Y a alta velocidad es muy divertido de manejar: aún sin pasajeros a bordo ni equipaje, este hatch responde “pegado al piso” al salir a la ruta, con muy buena tenida, buena respuesta a todo régimen, y con una dirección asistida eléctrica que en todo momento nos transmitió seguridad.

La insonorización es otro aspecto a mencionar debido a que el motor no se escucha en ningún momento y recién se percibe algún ingreso de viento por encima de los 140 km/h.

Hablamos del motor y vale decir que este cuatro cilindros Nu de 2 litros de 152 hp parece tener más de los 192 Nm de torque que acusa el manual, y parte de eso tiene que ver con que cuenta con tecnología de variación de válvulas (D-CVVT) que se percibe al pisar el acelerador en situaciones donde se lo precisa. No, no es un impulsor turbo de última generación como ya montan algunos competidores, sin embargo está a la altura.

La caja automática es de seis marchas con convertidor de par y no denota patinamientos exagerados y sus relaciones están bien escalonadas, aunque siempre se cuenta con la posibilidad de acortar los tiempos no sólo con el mando secuencial sino también con sus tres modos de conducción (Normal, Eco y Sport).

Medimos consumo en modo Normal y nos demostró buenas cifras para su porte y cilindrada: a 100 km/h el motor viaja a un régimen de 2.000 rpm y con un promedio de 5,6 l/100 km; a 120 km/h transita en el orden de las 2.500 rpm y acusa 6,7 l/100 km; mientras que a 130 km/h lo hace a unas 2.700 rpm, con un rendimiento de 7 l/100 km.

Punto aparte para la completa dotación de seguridad: frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y EBD, seis airbags, Control de Estabilidad (ESC) y Asistente al Arranque en Pendientes (HAC), además de ganchos ISOFIX para sillas de niños.

Conclusión
Esperábamos menos y el Cerato nos conquistó “de adentro hacia afuera”, nos convenció l momento de apretar el botón Start y acelerar. Por eso resaltamos, una vez más, la importancia de poder realizar un (buen) test drive antes de decidir una compra.

Ahora bien, no se puede soslayar que su precio está atado a la cotización del dólar y eso no lo hace tan competitivo como los clientes esperaban; esta versión hatch cotiza a u$s 29.200 (unos $578.000 al momento de publicar esta nota) por lo que se ubica un tanto por encima de sus rivales.

En relación con su calidad, mecánica y nivel equipamiento de confort y seguridad, tiene armas nobles para pelear su lugar, incluso hasta en diseño. Pero corre en desventaja en uno de los ítems más importantes, el del bolsillo.

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8.0 Calidad global

• DISEÑO 7,5
• MECÁNICA 8
• SEGURIDAD 8,5
• EQUIPAMIENTO 8
• COMODIDAD 9