La customización está a la orden del día. Todos quieren personalizar desde su celular hasta su ropa, pasando -claro- por sus motos y autos, con una corriente muy fuerte que apunta a recuperar lo vintage. Incluso las marcas se han subido a esta tendencia mundial lanzando al mercado versiones o ediciones especiales de sus productos, tratando de captar adeptos que buscan diferenciarse.
Pero hay quienes se animan a hacer lo que las marcas no. Y EE.UU. -hay que reconocer- es ideal para estas cuestiones, y no estamos haciendo referencia al tuning (¡jamás!).
Un ejemplo de esto es el concesionario oficial Valley Chevy, de Pensilvania, que decidió hacer su propio homenaje a la pick-up C-10 de los años 70, tomando como base la Silverado actual. Con pocos elementos y mucho ingenio, logró recrear una pequeña edición limitada (sin el consentimiento ni el apoyo de Chevrolet) y al parecer tal fue el éxito que lo animó a pensar en lanzar una nueva edición.
En Argentina se recuerda mucho a la C-10 de aquel entonces, de líneas mucho más rectas que su predecesora (la Brava que se fabricó entre 1967 y 1974), y con una oferta de colores que aún hoy llaman la atención: venía en amarillo, turquesa, naranja, celeste, marrón…
Se produjo entre 1974 y 1978, cuando General Motors decidió dejar nuestro país. Y en los años siguientes -durante la apertura de las importaciones- llegaron desde EE.UU. unos pocos ejemplares de la C-10 en sus variantes más elegantes Silverado y Cheyenne, algunas de las cuales siguen trabajando por todo el país.
Esta pick-up old school, con paragolpes cromados y combinación de colores, parece que también es recordada con cariño en EE.UU. Y como las camionetas han crecido mucho en tamaño, Valley Chevy usó como base la Silverado 1500 doble cabina y tomó como inspiración la Cheyenne Super 10, una cabina simple con caja larga de mediados de los 70, apodada “Big 10“.
Lo mismo hizo el concesionario Blake Greenfield, de Minnesota y también logró la atención de su clientela. La conversión está a la vista, apenas unos pocos cambios, unas insignias, unos calcos y el resultado es un viaje al pasado con estilo.
¿Se animará algún concesionario de Argentina a hacer algo similar? El primero que lo haga seguramente será noticia y logrará darle un plus a los fanáticos de la marca.
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