Nissan comenzará a producirs a fin de año la Frontier en la planta de Córdoba, Argentina y a pesar de que se trata de un producto ya conocido, por primera vez confirma que la pick-up “fue modificada para adaptarse mejor a las necesidades específicas de la región”.
“La versión argentina de Nissan Frontier ha sido sometida a más de 90 pruebas distintas para garantizar la más alta calidad” y “dos años de investigaciones en América Latina aseguran una versión ideal para las condiciones de manejo en la región”, señala la marca nipona.
Originalmente producida en México, la Nissan Frontier llegó oficialmente a América Latina en 2015 pero para esta nuevo lanzamiento, Nissan ha llevado a cabo diversos estudios para producir una versión adaptada de este vehículo que atienda las cambiantes necesidades de los clientes y potenciales nuevas aplicaciones de la pick-up.
“La experiencia nos muestra que los clientes latinoamericanos prefieren y eligen vehículos que estén diseñados para las características de la región”, señaló Sergio Casillas, vice-presidente de Operaciones y Manufactura de Nissan LATAM.
“La calidad Nissan, junto con nuestros procesos de diseño y producción, y nuestro profundo conocimiento de América Latina, han dado como resultado una Frontier mejorada con especificaciones que los clientes de esta región demandan”, añadió.
¿Cómo hicieron esos cambios? ¿En qué se basaron? Las investigaciones y estudios realizados durante dos años se enfocaron en concesionarios, clientes y usuarios flotilleros (principalmente del sector minero, petrolero, forestal y agrícola) en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú; éstos estudios permitieron entender mejor las características específicas de la región y así, realizar los ajustes necesarios.
Nissan anticipa que “la pick-up producida en Córdoba incluirá modificaciones que la harán aún más ágil, más estable, con mayor confort y durabilidad”, pensando además en los factores climatológicos y terrenos irregulares de la región.
Un equipo global de más de 120 expertos de Nissan, entre ingenieros, técnicos y pilotos provenientes de Argentina, Brasil, España, EE.UU., Japón y México participaron durante el exhaustivo proceso de evaluación. A esto se suman más de 90 pruebas y validaciones de pilotaje y laboratorio, tanto dinámicas como estáticas, para garantizar que la pickup atienda las necesidades reveladas durante los estudios.
Entre las múltiples pruebas que se realizan, se busca:
-Revisar la apariencia general de la carrocería, molduras, pintura, luces, interiores y calidad de acabados en general.
-Examinar la suspensión, la dirección, la aceleración, la estabilidad, el sistema de frenado y la iluminación.
-Evaluar el aislamiento sonoro en general como el ruido de viento y ruido de motor para garantizar el confort.
-Evaluar los sistemas eléctricos, electrónicos, de enfriamiento y aire acondicionado.
-Probar la durabilidad de componentes independientes y carrocería en cámaras de laboratorio.
-Evaluar el desempeño en distintas situaciones: con diferentes condiciones de peso, caminos rectos, planos, con baches, irregulares y sinuosos; y a diferentes temperaturas y altitudes en terreno que van desde nivel del mar hasta 3.800 m. de altura.
-Probar la capacidad de arrastre bajo condiciones de baja y alta velocidad, diferentes tipos de superficie y de camino.
-Evaluar los niveles de ruidos, vibración y rechinidos, así como el desempeño general con temperaturas que van desde los -30°C hasta los 50°C con la utilización de cámaras climáticas en laboratorio.
-Validar la hermeticidad con pruebas bajo distintas condiciones de lluvia.
La última parte de la etapa de pre-producción consiste en una serie de pruebas realizadas por pilotos en terrenos reales, así como en laboratorio.
La pick-up será puesta a prueba recorriendo miles de kilómetros en países en América Latina para concluir con la etapa de evaluación. Después de esto, la planta de Córdoba se preparará para dar inicio formalmente a la producción.