En el mercado automotor argentino hay algunos exponentes que son considerados “raros” por haber estado poco tiempo a la venta. Algunos de ellos son buenas opciones de compra por prestaciones y características, mientras que otros pueden ser considerados “autos para toda la vida” por la dificultad que representa venderlos. El tema es polémico, lo sabemos, pero no podemos dejar de compartir este listado. ¿Se les ocurren otros modelos?
Chevrolet Avalanche (2005-2007)
Es (hasta ahora) la última full size pick-up “americana” de Chevrolet en Argentina, no sólo por tamaño (5.631 mm de largo) sino por su V8 naftero de 5.3 litros. Sin embargo, contaba con el sistema Active Fuel Management que desactivaba cuatro cilindros cuando no se precisaban los 295 cv. Llegó importada desde México y se vendió en poca cantidad, pero se pueden conseguir algunas unidades en excelente estado por u$s 6 mil (¡cuando se lanzó en 2005 costaba u$s 42 mil!).
Toyota Avensis (2007-2009)
¿Un Toyota inglés? Sí, el Avensis era un sedán señorial, muy british, con un 2 litros de 147 cv, fabricado en Derbyshire. En su interior abundaban el cuero y los detalles símil madera, como correspondía por entonces a los modelos de la marca que apuntaban a un público que peinaba canas. Hoy el Avensis es un rara avis en las calles y -sin dudas- el menos vendible de todos los Toyota usados.
Volkswagen Polo indio (2015-2018)
Cuando se lanzó intuimos que tendría una vida corta y que su llegada significaba la incursión del nombre Polo en nuestro país. Y fue así nomás. Hubo muchos prejuicios alrededor de su origen como sorprendidos a la hora de subirse y probarlo. Hay dando vueltas unas 8 mil unidades de este sedán, muchos de ellos trabajando y dándole satisfacciones a sus choferes. Actualmente la marca Polo es usada para el hatch brasileño sobre plataforma MQB.
Kia Opirus (2006-2010)
De frente es innegable el parecido que tenía con el Mercedes-Benz Clase E en un intento por posicionar a la marca coreana como premium. Eran otros tiempos, previos a que el diseñador alemán Peter Schreyer afinara el lápiz. Se vendió con motores nafteros V6 de 3.5 y 3.8 litros, y tenía un precio prohibitivo de u$s 50 mil. Muchos de los ejemplares que circulan son de primera mano, y sus precios de venta rondan los u$s 10 mil. Es el famoso auto “para toda la vida”.
Peugeot 4008/Citroën C4 Aircross (2013-2015)
No podían quedar afuera estos “primos-hermanos” que poco tienen de franceses. En PSA hay quienes parecen haberse olvidado cuando hablan de la revolución SUV que fueron 4008 y C4 Aircross los que iniciaron ese camino. Surgieron de un acuerdo con Mitsubishi, por lo tanto también comparten mecánica (2.0 litros de 150 cv) con la Outlander Sport. Se fabricaron en Japón y llegaron en versiones 4×2 y 4×4. Claro que por origen sus precios no fueron competitivos y no vinieron para hacer volumen.
Kia Magentis (2007-20098)
Llegó cuando estaba a punto de desaparecer, cuando ya tenía una vida de seis años en otros mercados. A pesar de todo hoy es un sedán que envejeció más o menos bien (sobre de atrás) y prueba de eso es que las unidades que nos podemos encontrar en la calle lucen vigentes (como pasa con el Toyota Corona). Fue otro exponente de la “antigua” Kia, con un desproporcionado V6 de 2.7 litros de 190 cv.
Seat León Cupra (2010-2011)
Podríamos haber elegido cualquier modelo de la marca española (como el Altea o el Ibiza) pero escogimos el más “sport”. Hubo varios que hace casi dos décadas se vieron tentados de subirse a un producto “exclusivo” (u$s 45 mil) con “corazón alemán” y 241 cv. Lamentablemente el producto era bueno pero quienes manejaron la marca no estuvieron a tono. Seat, que había regresado a nuestro mercado en 2007, se ausentó del Salón de Buenos Aires 2011, y un par de meses después anunció que se iba para no volver.
Chery Skin (2012-2013)
Un desacierto de Chery-Socma, en el otro extremo de la Tiggo. Con el argumento de su diseño europeo y el cambio de identidad de la compañía china, el Skin llegó en variantes bi-cuerpo y tri-cuerpo, ambos con motor 1.6 de 119 cv. No logró cautivar a los clientes y en sólo dos años se discontinuó su comercialización. Hoy los usados se venden a precios muy dispares.
Fiat Bravo (2012-2013)
La marca Bravo ya había tenido una incursión fallida en Argentina en 2000 y la experiencia se repitió en 2012, con una generación que ya tenía cinco años de vida en Europa. Importado de Italia (no vino desde Brasil), sus atractivas líneas externas contrastaban con un interior que no estaba a la altura. Además, su precio lo ubicó por encima del de sus competidores por lo que los clientes no acompañaron, a pesar de los interesantes motores MultiAir nafta y MultiJet diesel.
Nissan Teana (2008-2011)
El segmento D fue siempre difícil para las marcas generalistas, sobre todo en Argentina. Nissan intentó hacer lo suyo con el Teana para disputarle mercado al Toyota Camry, el único que parece sobrevivir. Sin ser osado, su vista lateral sigue siendo hoy muy imponente; estuvo diponible en versiones 250 y 350, ambas V6 nafta: 2.5 litros de 182 cv y 3.5 litros de 252 cv.
Renault Latitude (2011-2014)
Algo parecido al Teana ocurrió con el Latitude, otro “bote” que se ofreció en dos motorizaciones: V6 de 3.5 litros (mismo que el Nissan) y cuatro cilindros de 2 litros y 143 cv (mismo que el Fluence). Latitude llegó para cumplir el concepto de aspiracionalidad, pero nunca logró ser lo que alguna vez fue el Laguna.
Chevrolet Prisma (2011-2012)
Fue un momento en el que casi todo lo que llegaba, se vendía. El mercado estaba demandante y Chevrolet se aprovechó. Trajo el Prisma que no era otra cosa que el Celta con baúl, y una alternativa al Classic. Duró poco y sirvió para confundir: en 2013 llegó el nuevo Prisma, la versión sedán del Onix.
Subaru Tribeca (2008-2010)
En su momento, subirse a una Tribeca parecía “futurista” por la propuesta de su interior ergonómico y envolvente. No había en el mercado nada parecido y la marca fue osada en su propuesta, con tres filas de asientos y capacidad para sieta pasajeros. Se la comercializó durante un par de años con el motor boxer de 6 cilindros, 3,6 litros y 258 cv, obviamente con tracción permanente en las cuatro ruedas.
Mitsubishi Lancer (?-2015)
Modelo emblemático de la marca japonesa, casi de nicho en la Argentina. El Lancer fue y vino en diferentes generaciones, la última (lanzada en el mundo en 2007) con un diseño inconfundible que a pesar de ser sobrio denotaba cierta deportividad, y que debajo del capó tenía un motor de 2 litros de 154 cv. En 2015, dos años antes de que se discontinuara a nivel mundial, el importador local decidió concentrarse en los SUV y pick-ups, y el Lancer quedó como un recuerdo. QEPD.
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