En la tarde del jueves, la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Córdoba (UTN-FRC) le otorgó el título Doctor Honoris Causa a Oreste Berta por su trayectoria y legado en la industria.
Berta es un “destacado proyectista, emprendedor, desarrollista y constructor integral de motores y automóviles de competición, reconocido en todo el mundo”, resaltó la Facultad.
Berta se mostró emocionado por la distinción de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Córdoba.
El decano de la de UTN-FRC, el Ing. Rubén Soro fue el encargado de entregarle las plaquetas conmemorativos y señaló: “Oreste Berta, es palabra mayor. Sin ser ingeniero, ahora ya es parte de nuestro claustro porque ha contribuido de manera sustancial no sólamente a la industria metalmecánica y automotriz sino también a la ingeniería”.
“Es un alto honor el reconocimiento que ha tenido esta Universidad conmigo. Son cosas que uno las siente muy profundamente, sobre todo en mi caso que no soy un ingeniero diplomado sino que soy alguien que se ha hecho solo en la vida”, dijo emocionado Oreste Berta, quien estuvo acompañado de sus nietos Oreste y Brian.
“Espero en el futuro poder colaborar con esta Universidad y poder pasar un poco de la experiencia que he hecho a los jóvenes que están estudiando”, agregó.
Berta, de 80 años, y había recibido en 2001 el título Honoris Causa por la Universidad Nacional de San Juan y en 2005 por la Universidad Nacional de Córdoba. Además, en 2017 obtuvo la mención de honor del Senado de la Nación Argentina.
Su trayectoria
Como él mismo se define es autodidacta, desde muy chico sintió atracción por todo tipo de motores. Siendo un adolescente viajó a EE.UU. donde tuvo su primer acercamiento a la preparación de motores de motos.
En 1965 retornó a Córdoba y se metió de lleno en el desarrollo de distintos proyectos vinculados al automovilismo local, principalmente en el Turismo Carretera. Un año más tarde fue designado director deportivo del equipo IKA de TC con el que logró cuatro campeonatos.
Pero fue en 1969 que su nombró resonó fuerte en Europa en el marco de la Misión Argentina que participó con tres Torino de las 84 Horas de Nürburgring, bajo la dirección y padrinazgo de de Juan Manuel Fangio.
Oreste Berta siempre cerca de un motor, su gran pasión.
Luego llegaron los Sport Prototipo, la SP Internacional, la F5000 y hasta la posibilidad de incursionar en la Fórmula 1, la F2 Codasur y la Fórmula 3. A mediados de la década del 80 regresó al automovilismo nacional de manera oficial junto a Renault en el TC2000, primero con el modelo 18, luego con la Fuego y por último con el 19 en un alianza que perduró hasta 1996 y consiguió seis campeonatos.
Un año después llegó la unión con Ford, ya con su hijo secundándolo, preparando primero el modelo Escort y luego el Focus. El equipo se disolvió en 2009 e incluyó la obtención de cinco títulos.
Luego de esto se dedicó al desarrollo, preparación y provisión de motores para categorías como el Top Race, TRV6 y el propio TC 2000, y a brindar todo tipo de servicio a través de su empresa Oreste Berta S.A. siendo consultor de diferentes empresas.
Apodado el Mago de Alta Gracia, Berta reniega de ese mote: “No hubo ninguna varita mágica en mi vida, no soy un mago sino un trabajador”
