Según un informe de investigación de la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) en la Argentina se precisan 26,5 sueldos para poder comprar el mismo auto que en EE.UU. demanda 4,3 sueldos, y que en España 10 o en Brasil 22,8.
El informe dado a conocer por la casa de estudios lleva como título “Argentina, entre los países más caros del mundo para comprar un auto” y tomó como referencia uno de los modelos más emblemáticos como es el Volkswagen Golf, el cual se produce en diferentes plantas alrededor del mundo, y que en el caso de nuestro mercado llega importado desde México; se eligió la motorización 1.4 y su versión más básica.
La tabla comparativa muestra 12 países, su PBI per cápita, expresa el valor del vehículo y los sueldos necesarios para poder comprarlo, tomando un promedio en base a datos del Instituto de Economía de la UADE.
“En EE.UU., Australia o Alemania, hacen falta entre 4 y 6 salarios promedio para comprar un automóvil. Con esta métrica, la Argentina es el país más caro de la lista de países seleccionados. Esto se debe a que la devaluación de 2018 licuó los salarios en dólares, pero el precio de los autos acompañó en gran medida la devaluación. Así, en la Argentina hacen falta 26 salarios para llegar el mismo resultado donde, por ejemplo, en Reino Unido hacen falta 7 o en Rusia 9,6 salarios”, consigna el informe.
Otro aspecto resaltado es el de la diferencia de precio entre el “base” y el “full”: “En la Argentina, la diferencia entre un modelo básico y el tope de gama que incluye asientos de cuero, puede llegar a representar hasta 50% del precio total. (…) Esta diferencia es consecuencia, principalmente, de una razón de economía de escala. En países con mercados más grandes los ‘tope de gama’ tienen mayor volumen que en la Argentina, donde las unidades se suelen hacer incluso después del pedido del comprador”.
“Es decir, al no haber un mercado suficientemente grande, el auto tope de gama toma las características de un bien suntuario o de lujo (en economía se conocen también como ‘bienes Giffen’), y las automotrices pueden aprovechar el excedente del consumidor de aquel comprador dispuesto a pagar por la diferencia. En España, por ejemplo, la diferencia máxima es de 36%”, resalta.
Este análisis marca como clave el peso que tiene la carga impositiva sobre el precio y lo señala como un desafío a resolver si se quiere mejorar la competitividad, no sólo para el mercado interno sino también a la hora de exportar lo que acá se produce.
“En la Argentina, los impuestos directos e indirectos que gravan a los autos representan el 54,8% del precio neto, si se toma en cuenta todo lo que debe pagar el propietario durante el primer año de uso. En la comparación con otros países, Brasil que soporta una carga de 30,4%, España (17,3%), Alemania (16%), Reino Unido (9,9%) y EE.UU. (7,5%).”
“La mayor carga tributaria en la Argentina es un factor fundamental para explicar el mayor precio que en otros mercados de tamaño comparable y que también cuentan con una industria automotriz con un know-how acumulado”, puntualiza la UADE con datos tomados de un informe anterior de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA).
Link al Informe de Investigación del Instituto de Economía de UADE (en .doc para descargar)
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