Pasó junio y el reporte mensual de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) da cuenta de una leve mejoría del sector pero que en el acumulado muestra a las claras que se trata de una primera mitad de año compleja, no sólo por la baja demanda interna sino porque el mercado de Brasil sigue sin despegar como se pensaba en un principio.
La producción nacional de vehículos durante junio alcanzó las 23.916 unidades, lo que significa una baja del 21% respecto de mayo (que tuvo cuatro jornadas hábiles más), y del 39,3% en relación a igual mes del año pasado.
En el acumulado del primer semestre se llevan producidos 161.182 vehículos, que equivale a un 33,6% menos que los 242.655 fabricados entre enero-junio de 2018.
Por el lado de las exportaciones, en junio se enviaron al exterior 17.401 unidades, un 20,3% por debajo de las cifras de mayo, y un 24% menos que en el mismo mes del año pasado (22.894 unidades).
De esta forma, en el acumulado enero-junio se exportaron 107.686 vehículos, un 11,4% menos que en los primeros seis meses de 2018 (121.570 vehículos).
En el caso de las ventas a concesionarios se contabilizaron 36.501 unidades, un 30,6% más que en el mes anterior pero un 34,1% por debajo en la comparación interanual (55.358 unidades). Esta reactivación se da en el marco del programa Junio 0km acordado con el gobierno nacional.
Con un total de 187.067 unidades comercializadas a la red en los primeros seis meses, el sector registra una caída en ventas del 55,6% con relación a 2018.
“Hay que continuar trabajando en la implementación de medidas que permitan potenciar al sector, tal como las adoptadas para incentivar las ventas a través de bonificaciones a clientes, o las que se pusieron en práctica para mejorar las exportaciones que representaron 72% de la producción de junio y un 62% en lo que va del año”, opinó Luis Fernando Peláez Gamboa, titular de ADEFA.
En este sentido el directivo dijo que “es fundamental seguir trabajando en la apertura de nuevos mercados y en este esquema se inscribe el nuevo acuerdo que se alcanzó entre el Mercosur y la Unión Europea. Este acuerdo contempla el cronograma más largo (15 años) para el sector. Entendemos que es un tiempo necesario para que todos los actores hagamos las correcciones necesarias para competir con este y otros mercados / bloques. En esta línea también se trabaja para mejorar el acceso a países de Centro América, de alto interés para nuestra industria”.
