La policía civil del estado brasileño de Santa Catarina desbarató una fábrica artesanal de réplicas de Ferrari y Lamboghini. Se trata de una “PYME familiar” comandada por un padre y su hijo, quienes realizaban por encargo (vía redes sociales, no había tanto secreto) unidades de los súper deportivos italianos en un taller ubicado en el vecindario de Itajaí, ciudad del litoral catarinense distante a 94 km de Florianópolis.
“El SIC (rama de investigaciones criminales) del 1er Tribunal de Distrito de Itajaí incautó el lunes (15) varios chasis, moldes, herramientas y fibras utilizadas en la fabricación clandestina de vehículos de lujo en el vecindario de Itaipava. Los autos, las falsificaciones de las marcas Ferrari y Lamborghini, se ensamblaron a pedido y se vendieron a través de las redes sociales”, informó la fuerza de seguridad.
En el operativo se incautaron ocho “réplicas semimontadas de vehículos de las dos marcas italianas”. Cada réplica se vendió por entre 180 mil y 250 mil reales (unos u$s 48 mil y u$s 66 mil, respectivamente). Los modelos originales se venden en el mercado por montos entre 1,5 y 3 millones de reales (u$s 400 mil y u$s 800 mil).
“Las personas involucradas en la fábrica clandestina son consideradas por la policía como los principales falsificadores de las marcas en Brasil y comercializan vehículos en todo el país. Los propietarios, padre e hijo, serán procesados por delitos contra la propiedad industrial”, señaló la policía.
En febrero pasado, fueron decomisados al sur de San Pablo dos unidades de estas marcas y con idénticas características (de fibra de vidrio) luego de que los representantes en Brasil radicaran denuncias de fraude en la jefatura policial paulista.
A juzgar por lo que se ve en las imágenes las marcas italianas no tienen de qué preocuparse; se decomisaron asientos de cuero con bordados Ferrari de dudosa calidad y emblemas de Lamborghini autoadhesivos poco fiables.
No sabemos porqué pero todo esto nos trajo a la memoria el capítuo 8 de la temporada 17 de Los Simpsons, donde la familia viaja a Italia a traer un Lamborgotti Fastaressa para el señor Burns.