Cristiano Rattazzi, titular de FCA Automobiles Argentina, es palabra autorizada al momento de analizar la coyuntura del sector automotor. Ante el reciente anuncio del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, el empresario dio su punto de vista acerca de las oportunidades que se le presentan a la industria argentina, a la vez que habló de las necesidades de cambios para lograr una mayor competitividad.
Rattazzi visitó en la noche del lunes los estudios de La Nación+ donde fue entrevistado en el programa Terapia de Noticias de donde extrajimos lo más saliente y específico sobre este tema.
“Yo no creo que el arancel quede en 35% por mucho tiempo más porque (Jair) Bolsonaro lo quiere bajar y la Argentina está de acuerdo. Hay que bajarlo porque la cadena de valor que queremos crear competitividad, no puede haber algo que sale 20% más caro que en el resto del mundo, porque no vamos a poder exportar a nadie o tenemos que levar el dólar un 25% arriba y eso no tiene ningún sentido lógico y económico para el país”, expresó Rattazzi, al frente de las operaciones de las marcas de Fiat y Chrysler en el país.
“Toda la cadena va a tener que adaptarse, no puede ser que el transporte de Jujuy a Buenos Aires sea infinitamente más caro que el de Buenos Aires a Rotterdam… Esas cosas van a tener que cambiar. ¿Va a ser fácil? No va a ser fácil. ¿Va a haber resistencia? Va a haber resistencia pero es absolutamente fundamental”, agregó.
-¿Y con respecto a la reforma tributaria y laboral?
-(Con respecto a la) Reforma tributaria por lo menos se tiene que aplicar la que ya hicieron y que todavía no se aplica, y que saca muchos impuestos distorsivos. La reforma laboral algunos sectores la necesitan y otros menos, pero sería bueno para la Argentina que se más flexible el sector laboral, para que uno pueda ‘asumir’ y en caso de que se haya equivocado no tener más esa gente a cargo para siempre, así funciona en el mundo moderno.
Y la reforma previsional es necesaria para que sea sustentable en el tiempo la situación previsional, si cada vez aumentamos y dejamos más agujeros y más déficit con eso, no hay manera de sacar el país.
-¿Qué hay con esos temores que dicen que con el acuerdo UE-Mercosur va a haber una ‘invasión’ de vehículos europeos?
–Hoy tenemos una invasión de vehículos brasileros porque no tienen arancel, por lo tanto es mejor tener europeos que, probablemente, son de mejor calidad y pueden ser hasta más baratos. Si es por ese tipo de cosas, deberíamos volver a vivir con lo nuestro, con el Rastrojero diesel y eso ya no creo que vaya a pasar…
Por lo tanto, creo que lo viene es muy saludable para Argentina, puede ser que para Brasil un poco menos, pero para Argentina es muy saludable.
-¿Lo que se viene es la producción integrada, donde se distribuye en distintos lugares del mundo?
-Por supuesto. Nosotros en Serbia tenemos una fábrica que funciona para todo el mundo; en Turquía tenemos una fábrica para todo el mundo; al sur de Italia tenemos una fábrica para todo el mundo; en México tenemos una fábrica con algunos productos…, en EE.UU. y Canadá fábrica para todo el mundo. Para Argentina, en vez de tener una fábrica sólo para Brasil, sería mejor y con menos riesgo tenerla para todo el mundo y no sólo para Brasil.
-¿Hay que ser competitivo, no?
-Obvio que hay un período de algunos años, que van a ser varios, para crear competitividad en la cadena de producción de Argentina. Y eso es a lo que tenemos que dedicarnos ahora, sabiendo que ya se viene. Ahora, si pensamos que no se viene, que vamos a seguir inventando ‘curros’, es la Argentina de los últimos 90 años.
-¿Cómo imagina el sector automotor de acá a 15 años, va a seguir existiendo la industria automotriz en Argentina?
–Es una hoja de ruta, si no se hace ese acuerdo, vamos a tener menos autos argentinos porque Brasil nos ahoga. Eso de David vs. Goliat que se dice (en referencia a la analogía usada por SMATA en referencia al tamaño de la industria automotriz europea) Brasil ya es Goliat.
En esta condición de apertura a Europa, yo estoy pensando en una fábrica de 200 mil autos para todo el mundo en vez de los 90 mil que pensábamos hacer ahora y de los que estamos haciendo 45 mil. Vamos a ver qué producto, porque los autos europeos son siempre más caros, vamos a tener que ver qué producto le viene bien a Argentina y que se sepa fabricar, y que le guste a los europeos; ésa es nuestra responsabilidad, porque si no les gusta, no le vendemos a nadie.
Si tratamos de venderle un Rastrojero diesel no vamos a ningún lado, tenemos que hacer las cosas muy bien; obvio que es un acuerdo para hacer las cosas bien, no es para hacerlas mal, y vamos a tener que trabajar en serio.
Es una oportunidad extraordinaria, porque se viene también la electrificación y varias cosas muy modernas que por ahora sólo estamos mirando.
-¿Cómo ve que funcionó el programa Junio 0 km y cómo lo ves para julio?
–Los datos de hoy indican que creció un 100% la circulación en las concesionarias y aumentó un 50% los boletos, y por lo tanto las ventas que se vienen para julio. No es que volvemos a un mercado de un millón, pero un mercado que se estaba achicando muchísimo, retoma cierta confianza. A fin de julio termina, vamos a ver qué pasa…
-¿Pero es mejor esto o bajar los impuestos?
-Hay rebajas de impuestos muy importantes: Córdoba, Chaco, Buenos Aires… Bajaron los sellos.
-¿Cuál sería la solución más a largo plazo?
–Reforma impositiva: no puede haber impuestos para autos exportados, y en la exportaciones no puede haber impuestos porque en el resto del mundo no los aplica. Hay que eliminar todo lo que es distorsivo: Ingresos Brutos, impuesto a las transacciones financieras, sellos ni hablar de retenciones, aunque ésto fue una emergencia, insisto.
Empezá a hacer todo esto y bajá ciertos impuestos que gravan al trabajo… Habíamos hecho un cálculo que mostraba que en México el 85% de lo que le cuesta a la empresa entra en el bolsillo del trabajador y en Argentina sólo el 46%, todas esas cosas van a tener que reverse.