En la tarde del jueves trascendió en Brasil algo que se decidió con urgencia: representantes del gobierno de ese país y del de Argentina se reuninirían este viernes en Rio de Janeiro para firmar un nuevo acuerdo automotor. Esto se da ante la posibilidad que Mauricio Macri no sea reelegido en las próximas elecciones del 27 de octubre, cuando venía negociando con su par brasileño Jair Bolsonaro y luego de pre-acordar con la Unión Europea.
Ambos países vienen renovando diferentes acuerdos de comercio basados en lo que se llama Flex; el acuerdo actual tiene vigencia hasta el 30 de junio de 2020, fecha en la que estaba estipulada la entrada en rigor del libre comercio tanto de autos como de autopartes. Sin embargo, la endeble situación económica de Argentina no contribuye a que esto sea posible y pondría a nuestra industria en una situación desfavorable.
Se espera que los representantes de ambos gobiernos, el ministro de Producción de Argentina, Dante Sica y el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes firmen un nuevo acuerdo comercial que proponga un acuerdo que tienda al libre comercial pero de forma gradual.
El acuerdo actual consiste en un intercambio por el cual por cada u$s 1 que Brasil importa de Argentina, puede exportar u$s 1,5 sin pagar arancel; los medios de prensa brasileños especulan que esto podría pasar a u$s 1,6 o u$s 1,7 hasta llegar a la liberalización total en un plazo de tiempo a definir. Sica y su equipo anticiparon que no harán nada que ponga aún más en riesgo a la industria automotriz argentina.
Ambos economías se precisan: Argentina exporta entre el 65 y el 70% de su producción de automóviles a Brasil y Brasil envía 8 de los 10 modelos que ocupan el top ten de ventas de Argentina (y 16 de los 20 más vendidos).
La industria brasileña está sufriendo la caída de las ventas del mercado argentino y por eso las exportaciones a nuestro país cayeron casi un 40% en los primeros ocho meses de 2019.