Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), a lo largo de 2020 se patentaron 342.474 unidades, un 25,5% menos que en 2019 (ver acá). Ahora, la entidad abre el detalle de esos patentamientos para analizar el comportamiento del mercado frente a la oferta de vehículos híbridos y eléctricos.
En el año que acaba de culminar se patentaron 2.383 unidades, de las cuales 2.344 fueron con motorización híbrida y 39 100% eléctrica. Esto representa apenas el 0,69% del mercado argentino.
Así y todo, los “autos verdes” tuvieron un crecimiento interanual del 53,9% en términos de volumen, ya que en 2019 se habían patentado sólo 1.548 unidades (43 de las cuales fueron 100% eléctricas) sobre un mercado total de 459.753 vehículos representó entonces un 0,33% de cuota; por ende, se puede afirmar que este tipo de tecnología creció de un año a otro en un 0,36%
Oferta de marcas y modelos “verdes” en Argentina
Hay actualmente 9 marcas que ofrecen modelos híbridos o eléctricos, que son: Audi, Ford, Hyundai, Land Rover, Lexus, Mercedes-Benz, Nissan, Renault y Toyota; excluimos a JAC porque el único patentamiento registrado fue el de una unidad que exhibió en ExpoAgro, y a Sero (compañía argentina de bajo volumen que ofrece vehículos ultracompactos y que patentó 7 unidades).
El modelo más demandado en 2020 fue -sin sorpresas- el Toyota Corolla, el primer híbrido fabricado regionalmente no sólo por la marca japonesa sino por una terminal; llega desde Brasil y patentó 884 unidades (37,1% del total del segmento de híbridos y eléctricos); sobre un total de 4.336 Corollas, la variante Hybrid le representó a la marca nada menos que el 20,3% de las ventas.
Con 721 patentamientos, la Toyota RAV4 fue el segundo modelo “verde” más vendido el año pasado (30,2% de share), mientras que la Ford Kuga quedó en tercer lugar con 213 unidades (8,9% de participación), una buena performance habiéndose lanzado en plena pandemia (ver acá).
El que retrocedió en las preferencias de un año a otro fue el Toyota Prius -pionero en la materia en nuestro país- del que se patentaron 58 unidades, frente a las 174 de 2019; esto representa una caída del -66,7% en términos de volumen y una merma de cuota del 8,8%
¿A qué atriburlo? Sin dudas que la marca lo compensó con la ampliación en la oferta dada por Corolla, RAV4 (que ahora llega sólo híbrida) y C-HR (que patentó 201 unidades).
Por otra parte, el Renault Kangoo eléctrico se mantiene como el vehículo utilitario más patentado con 19 unidades, aunque lejos de las 30 que matriculó en 2019.
¿Cómo puede crecer el mercado argentino de híbridos o eléctricos?
ACARA sostiene que “Argentina tiene proyectos de ley en agenda desde hace tiempo para promover la utilización de vehículos eléctricos y sistemas de movilidad sostenibles, sin embargo, no avanzan por múltiples motivos que exceden el alcance de este documento”.
Y recuerda que “sí están vigentes decretos que benefician la importación de este tipo de vehículos (331/2017 y 230/2019) los que otorgan aranceles preferenciales para la importación. Dado que todos los vehículos que se ofrecen en el país son producidos fuera del Mercosur, el arancel extrazona aplicable sería del 35%. Estos decretos reducen esa alícuota al 5% para los híbridos (HEV / PHEV) y 2% para los eléctricos puros (BEV)”.
Esto es muy poco para la promoción de una tecnología que precisa de fuerte inversión e infraestructura para su desarrollo, así como reglas de largo plazo y no cambiantes: vale recordar que a principios de noviembre de 2020 el gobierno extendió los beneficios de importación por seis meses más (con un cupo de 1.000 unidades), pero excluyó a los importadores (quienes apelaron la medida).
Con una coyuntura compleja para la fabricación, importación y exportación de vehículos con motores de combustión, difícilmente hoy se ponga el foco en potenciar a las nuevas tecnologías; por lo que en 2021 no veremos cambios relevantes en los porcentajes.
La mirada regional
Dice el informe de ACARA sobre el presente en los países vecinos: “El avance de la electromovilidad en la región tiene las mismas dificultades que en el resto del mundo, pero con realidades diferentes respecto de las regulaciones ambientales (no tan estrictas como en Europa, por ejemplo) y con menor capacidad fiscal para implementar programas de incentivos a escala.”
“Uno de los mayores desafíos de la tecnología es el que representa la propia geografía de los países, y en Latinoamérica las realidades son diferentes. Países como Brasil, Argentina y México tienen mayores desafíos que otros como Uruguay, Costa Rica o Ecuador a la hora de diseñar los llamados corredores eléctricos por obvias razones de distancia.2
“Por otra parte, es clave la matriz energética de cada país, ya que para algunos como Chile (carbón), Argentina o Perú (gas natural), la electrificación del parque vehicular implica también un desafío extra para aumentar la participación de energías renovables en la matriz. Sin eso, solo se produciría un desplazamiento de emisiones del sector transporte al de generación eléctrica.”
“Otro punto que agrega complejidad y disparidad en la región, es el de los países que hoy tienen industria automotriz nacional, como México, Brasil y Argentina, ya que deben encontrar la forma de armonizar el desarrollo de políticas de electromovilidad con un modelo industrial de producción local (no solo de vehículos terminados, sino de partes, piezas y servicios). Otros países, como Chile, cuya oferta es 100% importada y sujeta a acuerdos de libre comercio con casi todas las zonas de producción, representan un potencial más grande para que la tecnología avance y lo haga a buena velocidad.”
“Aún así, en la última década, varios países de la región implementaron programas de incentivos para la movilidad eléctrica y la oferta de vehículos es hoy aún incipiente pero interesante”.