En el marco del lanzamiento de la Nueva Oroch que se realizó en la provincia de Mendoza (ver acá), tuvimos la posibilidad de dialogar con el presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla. Más allá de conversar sobre este lanzamiento, aprovechamos la oportunidad para consultarlo sobre el presente del mercado, las trabas de la producción, los lanzamientos que se vienen y la estrategia que tiene la marca para los próximos años, desde la electrificación hasta la especialización de Santa Isabel en utilitarios.
-Remarcaron más de una vez durante el evento que son los que inauguraron el segmento de las pick-ups compactas. En breve se vienen más jugadores, ¿hasta cuándo pensás que puede crecer este nicho?
-Creo que hay un tema que hoy define el tamaño del mercado y es el de los vehículos que se pueden importar. Lo que te explica hoy que las pick-ups de una tonelada representen tanto dentro del mercado argentino se debe a que la mayoría se fabrican localmente.
De todos modos yo creo que la tendencia tendría que ser cada vez más hacia estos vehículos que como Oroch tienen un uso dual porque hoy en día muchos compran pick-ups de una tonelada pero la verdad es que si la usás para la ciudad es como demasiado grande, ¿no? Por eso estos autos, cada vez más equipados y con cada vez más nivel de confort, para la ciudad se justifican mucho más.
-Nos mencionaron que la expectativa es comercializar 500 unidades de Oroch hasta fin de 2022. ¿Renault podría vender más si no tuviera limitantes de importaciones, o esa cifra es la que demanda el mercado?
-No, no, no… El mercado demandaría más. Nosotros tenemos previsto vender 2000 unidades por año, pero en otras condiciones probablemente venderíamos más, no cabe ninguna duda. Pero bueno, decidimos en nuestra estrategia suspender el lanzamiento de otros vehíoculos, como es el caso del Kwid, porque podíamos ofrecerle un vehículo sustituto a nuestros clientes para dedicar esos dólares a importar otros vehículos que de ninguna forma podemos sustituir como es Duster u Oroch.
-Esta estrategia que encararon ¿les hace perder participación de mercado por ejemplo en el segmento de las pick-ups compactas?
-Sí, pero es una decisión, como la de otras marcas que piorizan otros autos… La fortaleza que tenemos nosotros es que, en este contexto, somos la única marca que tiene una gama tan amplia de vehículos fabricados en la Argentina.
-A nivel industrial habían hablado de que Fábrica Santa Isabel se convierta en un polo de vehículos utilitarios, ¿en qué estado está esto?
-Esa sigue siendo una ambición que tenemos, después tendremos que seguir trabajando con los proyectos futuros que siempre se discuten y se alinean con la casa matriz. Hace poco estuvo José Vicente de los Mozos que es delegado para el CEO de América Latina y confirmó esa tendencia, así que estamos trabajando bien en ese sentido.
Hoy que ya tengamos -por así decir- casi la mitad de la fábrica produciendo pick-ups para nosotros y para Nissan, y que también tengamos Kangoo, y que en términos de oferta tengamos la más amplia en vehículos utilitarios con furgones chicos y furgones grandes, pick-ups compacta, media… Me siento cómodo de decir que vamos bien encaminados hacia ese lugar.
-¿Qué novedades de producto se puede esperar?
-Sumaremos en este semestre una serie limitada de Alaskan que tiene mayor deportividad y a fin de año llegará la Nueva Master.
La Renault Alaskan fabricada en Argentina sumará una versión deportiva.
-¿Hay posibilidad de que puedan crecer en participación de mercado con Alaskan?
-Sí. Desde el primer momento nosotros dijimos que así como teníamos mucha historia con varios modelos, en lo que era pick-up de una tonelada era “new commerce”, en un segmento con jugadores históricos que hace más de 40 años que venden pick-ups. Nosotros hace muy poquito que estamos y nos está yendo muy bien, con muy buena performance.
Hace poco estuve en una provincia del Norte y ví pasar un montón de Alaskan en caminos de montaña, en ripio, trabajando en empresas mineras y la verdad es que me dio mucho gusto que el producto sea tan apreciado. Yo creo que particularmente el tema de contar con la suspensión multi-link es un punto fuerte. A mi me gusta viajar, ando bastante por Argentina por turismo o trabajo y realmente cuando uno agarra caminos en condiciones más severas, el andar de la Alaskan es superior.
-Es interesante a nivel marca lo que están encarando en términos de diseño a futuro…
-Y eso que no lo viste, yo ya lo ví (risas).
-¿Hacia dónde apunta Renault en diseño?
–Toda la estrategia está ligada a lo que dijo el CEO (Luca De Meo) cuando habló de Renaulution y el concepto de “from volumes to value” (“de los volúmenes al valor”). Ustedes ya vieron el Mégane E-Tech y realmente la gama va hacia ese segmento: más vehículos del segmento C, más enriquecidos, con más elementos tecnológicos, con más diseño… Te diría que los próximos dos o tres años verán cosas súper, súper lindas.
Fuera de broma, ví los diseños que se van a hacer y son muy, muy lindos y van a ver un cambio muy sustancial en lo que es diseño exterior e interior de la marca.
El concept Renault Scénic Vision que anticipa la línea de diseño de la marca.
-¿Hablando crudamente sería más Renault y menos Dacia?
-Claro. De todos modos yo defiendo a Dacia, aunque sé que los lectores son muy duros con ella, pero repito siempre lo mismo: este fenómeno que vivimos en la Argentina no se da en otros países porque nosotros vivimos la Dacia de los noventa que no era Renault, era una Dacia “de antes”, una Dacia de Europa del Este.
Hoy en día un vehículo de plataforma Dacia está hecho por un ingeniero de Renault, el mismo ingeniero que hace un Mégane E-Tech, por ejemplo. Y Dacia en Europa tiene un éxito tremendo, en junio del año pasado el Sandero fue el auto más vendido de Europa. Por eso digo que los argentinos tenemos que sacudirnos algunos preconceptos que tenemos basados en alguna historia.
Lo bueno de la estrategia Renaulution es que hay una identidad de marca cada vez más marcada, entonces los Dacia van a tener la suya propia. Por supuesto que después vas a compartir cosas porque de eso se trata la economía de escala pero vos te vas a subir a un Renault y no se va a parecer en nada al de otra marca.
-Ya se han visto imágenes del Arkana siendo probado en Brasil. Puntualmente, ¿este modelo tiene chances de llegar a la Argentina?
-Sí, está en la lista. El año que viene nosotros pensamos traer bastante tecnología E-Tech; Renault fue la primera marca en traer vehículos eléctricos a la Argentina, en 2018 con Kangoo, y ahora se viene una época en la que queremos traer varios modelos más.
En 2023 queremos traer Mégane E-Tech, Kwid E-Tech, la Nueva Kangoo E-Tech, y el Arkana E-Tech es uno de los que está en carpeta.
-Cómo se logra concretar estas importaciones ante un escenario de falta de dólares?
-Se logra tomando decisiones a nivel empresa, arbitrando qué es lo que se quiere traer y qué no. Como todas las marcas, tenemos un cupo que negociamos con el gobierno y luego decimos lo que queremos traer.
Repito: en su momento decidimos suspender la comercialización de Kwid, no traer más Captur porque nos concentramos en ciertos modelos, son decisiones un poco duras pero que uno tiene que tomar en este negocio.
-¿El Kwid volverá a la Argentina sólo como eléctrico?
-No, no, no… El Kwid era verdaderamente un campeón en su categoría, líder del segmento y los clientes estaban felices con el auto. Volverá en eléctrico y cuando en el momento en el que haya más disponibilidad de dólares volverá volverá. Es un auto que queremos, el restyling quedó muy lindo, ha recibido un premio en Brasil, y es un auto que nos encanta.
El Renault Kwid regresará a la Argentina con rediseño y también en versión E-Tech.
-Cómo están en términos de producción?
-Súper bien, este año vamos a hacer unos 78 mil autos aproximadamente, lo que es un 65% más que el año pasado. Tomamos un segundo turno hace muy poquito y la verdad es que lo hubiéramos tomado antes de no ser porque no teníamos clara la disponibilidad de componentes por la crisis de los semiconductores; una vez que eso se confirmó, salimos a contratar.
-Más allá de estos componentes, ¿cómo está el tema del faltante de otros insumos, como el caso de las cubiertas?
-Cubiertas está más tenso para lo que es pick-ups, pero después hay algunos temas con algunos proveedores pero son por temas propios de ellos. La cadena logística hoy está muy compleja, se sigue todo “día a día”, a veces se está a horas de parar la línea o hay micro-paradas de dos horas, de medio día… Es probablemente uno de los períodos más estresantes para alguien que trabaja en la fábrica.
Esto se resuelva sacando los autos de la línea y dejándolos en el patio con faltantes que luego cuando llegan esas piezas se reponen, como el caso de las cubiertas.
-En un mercado sin distorsiones, sin problemas de dólar y con los proveedores abasteciendo bien, ¿cuál creés que sería el mercado real?
-Estimo que el mercado podría estar en 550 mil unidades al año, tranquilamente, unos 150 mil más que ahora… Hay demanda, la gente quiere comprar.
-¿Hoy tienen unidades paradas en aduana, tanto para exportar como para ingresar?
-La verdad es que no tenemos muchas unidades paradas en el puerto, tendremos mil unidades para ingresar. Y para exportar no, estarán esperando que pase el barco… Es importante contar esto porque mucha gente no lo sabe: cuando vino la pandemia y el mercado mundial se paró completamente, las compañías navieras agarraron las rutas que quizá eran las menos retables, las anularon y los barcos viejos que hacían esas rutas fueron a scrap (a desguace). Entonces ahora que volvió el mercado, faltan barcos y hoy cuesta un montón conseguir espacio para exportar; me pasa de tener autos parados en el puerto porque el barco que pasó ya no tenía lugar y pude exportar el 60% de lo que quería.
Por otra parte hoy el valor del flete y de la logística en general es absurdo…
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