No es un Aston Martin real, es una réplica pero así todo fue subastado a un precio millonario que superó ampliamente las expectactivas. Se trata de un Aston Martin DB5 hecho para el film “No time to die” (“Sin tiempo para morir”) de 2021 y el cual se subastó este miércoles por 2.922.000 libras que equivalen a u$s 3.175.000, cuando la casa Christie’s estimaba que saldría por entre 1.500.000 y 2.000.000 de libras.
Este (falso) DB5 es uno de los ocho que se construyeron para el film de la saga James Bond y, hasta la fecha, es el único auto de acrobacias DB5 que sale a subasta. Aston Martin se ha asociado con la franquicia de James Bond durante más de 50 años y ha aparecido en 13 películas hasta la fecha.
“Existen pocas sinergias mayores en el mundo del cine que la que hay entre James Bond y el Aston Martin DB5. Aston Martin es parte del ADN de Bond”, resalta el productor Michael G. Wilson.
Esta unidad fue diseñada y hecho a mano exclusivamente para la citada película, y cada uno de ellos fueron modificados de diferentes maneras para su uso, siendo este auto uno de los pocos que incluye los dispositivos “No time to die” a medida y la simulación de daño del panel lateral.
En la película, este DB5 aparece en una emocionante secuencia inicial de persecución, conducido por 007 (encarnado por Daniel Craig), con Madeleine Swann (Léa Seydoux) a su lado, a través de Matera, Italia.
El auto demuestra sus increíbles capacidades dinámicas mientras la pareja viaja a gran velocidad por la ciudad en un intento de deshacerse de sus perseguidores. La secuencia de persecución incluye el despligue de las ametralladoras ocultas que salen por los faros delanteros.
Las ametralladoras que salen del faro delantero, clásico del auto de James Bond.
Se detalla que está equipado con un moderno motor naftero de 6 cilindros en línea de 3.2 litros con una caja de cambios manual y que los paneles de la carrocería son de fibra de carbono, mientras que el interior hecho a mano también se ha fabricado con fibra de carbono y cuenta con asientos Tillett deportivos reducidos.
El tablero, en tanto, fue fabricado con la técnica de impresión en 3D, con un volante DB5 original y esferas de cronógrafo que son estéticamente compatibles con las de el modelo en cuestión.
La suspensión y el sistema de frenos están ajustados para las maniobras que debía hacer en la película y fueron diseñados exclusivamente por Aston Martin Special Projects, bajo las indicaciones del supervisor de efectos especiales Chris Corbould, quien detalló las acrobacias que se precisaban ver en pantalla.
Lo más curioso de todo es que Christie’s aclara que “este vehículo se vende como artículo de colección ‘non-runner'”, es decir que fue hecho para ser usado “en un entorno controlado sólo para filmar y no se vende como medio de transporte”.
La casa de subastas remarca que “no está registrado en la Agencia de Licencias de Vehículos de Conducir (DVLA) ni está aprobado para su uso en ninguna vía pública ni homologado”, además de que “no se garantiza que el vehículo sea de calidad satisfactoria, apto para su propósito, que cumpla con las normas para vehículos de carretera, los requisitos de seguridad o que sea apto para circular”.
Como si fuera poco, consigna que “el mantenimiento y las reparaciones pueden requerir piezas hechas a medida y personalizadas”. ¿Pero qué se va a romper si no se lo puede manejar? Y acá va el extra: “Este vehículo se fabricó únicamente con el propósito de filmar, depende del comprador afortunado buscar asesoramiento profesional sobre si sería posible convertir el vehículo para su uso como medio de transporte”.
¿Quién habrá sido el millonario que hizo semejante erogación a sabiendas de esto? No lo sabemos. Lo que sí se sabe es que Aston Martin Lagonda -quien era propietaria de la unidad- destinará ese dinero a distintas entidades como Prince’s Trust (creada en 1976 por el ahora rey Carlos II), la Asociación de Regimiento de Servicios Aéreos Especiales, la Asociación de Servicios de barcos especiales, la Asociación de Regimientos de Reconocimiento Especial y al Fondo de Caridad del Príncipe de Gales (en apoyo a las organizaciones benéficas que ayudan al personal y antiguo personal de las agencias de inteligencia del Reino Unido).
Otros autos Bond subastados
En el mismo evento de este miércoles, Christie’s subastó otros autos usados en la misma película: un Aston Martin V8 de 1981 modificado especialmente para “No time to die” y manejado por el propio Craig por el que pagaron 630.000 libras (unos u$s 684.000) y un espectacular Aston Martin DBS Superleggera 007 Edition.
Aston Martin V8 1981.
En este caso no sólo es el que se usó el citado film (lo manejó la actriz Lashana Lynch) sino que corresponde a una edición limitada de sólo 25 unidades que se agotaron al instante. Su flamante comprador pagó 403.200 libras (unos u$s 438.000) y se dará el gusto de acelerar su motor V12 bi-turbo de 5.2 litros y 715 cv, con caja automática ZF de 8 marchas.
Aston Martin DBS Superleggera 007 Edition.
Sorpresivamente por debajo de su valor esperado salieron también tres Land Rover (también usados en la película de 2021) un Defender 110, un Defender 110 60 Aniversario V8 Bond Edition y un Range Rover Sport SVR, así como un Jaguar XF.
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