El cantante de Maroon 5 denunció que le vendieron un Maserati “mellizo”

Al parecer ya no se puede confiar en nadie, aún cuando en el medio hay involucrados expertos y celebridades. La cosa es así: el cantante Adam Levine, líder del grupo musical Maroon 5 es un amante de los autos clásicos y más o menos entiende después de tantos años invirtiendo sus ganancias en ellos.

Tenía varios modelos en su garage pero decidió desprenderse de dos, poner plata encima y hacerse de uno de esos que son “figuritas difíciles”, concretamente una Maserati Ghibli Spyder de la que se fabricaron 125 unidades (sobre un total de 1.295 construidos). Incluso a Levine se lo fotografió al volante de una Ghibli Coupé roja, acompañado de su esposa, lo que da cuenta que el modelo le gusta y mucho.

El vendedor que apareció en escena es Rick Cole, con una dilatada trayectoria de 50 años de experiencia y -según sus palabras- artífice “de la primera Subasta de Monterey en 1986 lo que cambió y mejoró para siempre la dinámica financiera del famoso fin de semana de Pebble Beach”.

Para hacerse de esta Maserati, Levine le entregó a Cole dos Ferrari, una 365 GTC/4 de 1972 y un Ferrari 365 GTC de 1968 y a eso le agregó el pago de u$s 100 mil. A cambio retiró una Ghibli Spyder de 1971 conocida como “la 1241” por la abreviatura del número de identificación de la unidad (AM 115 #1241).

Objeto de deseo, esta joya salió del tablero de dibujo de Giorgetto Giugiaro, quien por ese entonces formaba parte de las filas de otro carrocero italiano como era Giacinto Ghia, muy reconocido por sus versiones de lujo de decenas de modelos.

Lo concreto es que pasó el tiempo y algo o alguien alertó al músico de que su auto no era legítimo, o al menos no era “la 1241” real, por lo que inició una demanda en la Justicia de California, donde alega que Cole o sus agentes falsificaron documentación y números de chasis y motor en la unidad que le vendieron.

Siempre según la demanda -a la que tuvo acceso Los Angeles Times– la unidad verdadera fue vendida hace varios años al coleccionista británico Clive Joy y “ha estado en Suiza desde entonces como parte de la colección de Clive Joy, bajo el cuidado del legendario piloto de carreras Christian Trabe”.

También dice que al momento de la compra se presentó documentación firmada por el experto en Maserati, Fabio Collina, que daba cuenta de la autenticidad del auto pero -aparentemente- el papeleo era para la verdadera “1241” y no para esta copia.

Los abogados de Levine señalan que “la identidad del vehículo está, como mínimo, en seria duda”, y se trataría de lo que en Argentina se conoce como un “auto mellizo”.

“No es el Real #1241. Puede ser un Ghibli Spyder original en el que… alguien agarró el motor y luego estampó el vehículo para intentar que coincidiera con el motor. O podría ser simplemente un Ghibli Coupe convertido, en el que se quitó la placa del chasis original y se reemplazó con el número de placa AM11549S.1241 en un intento de hacer que el vehículo sea más atractivo”.

“De cualquier manera, el vehículo no es auténtico, no tiene identidad y/o tiene una identidad muy cuestionable, lo que socava seriamente su valor”, expresa.

Es que es sabido que habiendo tan pocas unidades, muchos dueños de la coupé Ghibli han invertido unos cuantos miles de dólares para convertir la suya en Spyder (convertible), y los trabajos artesanales puede pasar desapercibidos ante los ojos de algún desprevenido.

Lo que había sido un amor a primera vista (ya que fue exhibida en Monterey y donde un allegado del cantante la había visto y manejado, y donde le dijeron que su valor era de algo más de un u$s 1 millón) parece terminar de la peor manera. ¿Habrá un nuevo intercambio de llaves de autos o una indemnización millonaria? Pronto lo sabremos.

La Ghibli tiene un motor V8 de 4,7 litros que entrega una potencia de 330 cv, algo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 6,8 segundos. La unidad amarilla es la “#01” y fue subastada por RM Sotheby en la semana Monterey en 2015.

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