Hay dos o tres repuestos o servicios de mantenimiento que son vitales para cualquier auto: el cambio de aceite y filtros, los neumáticos y la batería. Aquellos que son meticulosos y les gusta conservar los tickets y fechas de cada uno de esos recambios podrán hacer una evaluación del impacto de la inflación en algo tan simple y que de alguna u otra manera hemos normalizado en un país tan volátil como es la Argentina.
En nuestro caso, lejos de la rigurosidad extrema, hemos conservado las facturas de compra de las últimas (y únicas) tres baterías de nuestro vehículo. Al comprarlo vino con una que no era la original y que de un día para otro -somo suele suceder- dejó de funcionar.
Esto fue en abril de 2015 y por un reemplazo idéntico pero de una marca de pequeño fabricante pagamos $1.370, en tres cuotas. La inflación por ese entonces no se medía correctamente por cuestiones políticas, pero se estimó en torno que al cabo del año fue del 27,80%.
Esa batería nos dio un excelente resultado y su vida útil se prolongó muy por encima de la media, hasta precisamente entrado el aislamiento por la pandemia de Covid-19. Corría el mes de junio de 2020, eran los primeros fríos de ese invierno en los que casi no se podía circular y volvimos a visitar a nuestro local de confianza habida cuenta del antecedente.
Con barbijo colocado, manteniendo distancia y limpiándonos con alcohol en gel a cada rato, 5 años y 2 meses después abonamos por la misma batería $7.400 en tres cuotas. Según indican diversas consultoras, la inflación de 2016 se estimó en 40,7%, la de 2017 en 25,68%, la de 2018 (ya oficial) en 47,65%, la de 2019 en 53,83% y la de 2020 en 36,14%
Postpandemia la situación económica local (y mundial) ciertamente no mejoró sino todo lo contrario, la inflación comenzó a galopar y no se sabe cuándo detendrá su marcha. La de 2021 fue de 50,94% y la de 2022 trepó al 94,79% con un panorama similar para 2023.
Esta semana la tercera batería dijo basta, duró lo que más o menos se espera de un equipo de este tipo: fueron exactamente 33 meses y 8 días (dos años y 7 meses) por lo que repetimos nuestra visita (ahora sin barbijo y estrechando manos).
Lógicamente, en este contexto inflacionario, el reemplazo de la misma batería tenía dos precios: uno en un pago y otro en 12 cuotas sin interés. Al contado o en un pago con tarjeta $30.000 mientras que optando por la financiación cotizaba $39.000 (un 30% más).
No había mucho para dudar: con una inflación esperada del 100%, abonarla en cuotas nos permite “ganar” un 70%, o al menos sentir esa estúpida satisfacción de no perder (tanto) cada vez que abrimos la billetera.
En base a nuestra experiencia podemos concluir que entre 2015 y 2020 (62 meses exactos) pagamos por el mismo repuesto un 440% más, mientras que entre 2020 y 2023 otro salto de 427%. Una locura.
El histórico de los tres cambios de batería.
¿Ganamos o perdimos?
Según la calculadora de inflación acumulada de Chequeado, en este último período (junio 2020-febrero 2023) el incremento oficial en los precios fue de 307,33% por lo que el precio de $30.000 (en un pago) se ajusta exactamente a la inflación. Bien por nuestra casa de confianza.
Como no hay datos oficiales previos a 2017, sólo se puede calcular la inflación acumulada entre enero de ese año y febrero 2023, la cual es de 1182,71%. Si al precio que pagamos en abril de 2015 le sumamos la inflación que hubo en 2015 (27,80%) y 2016 (40,70%), y le agregamos la del período 2017-2022, la batería debería cotizar actualmente alrededor de $30.000. Bien de nuevo.
¿Y en dólares?
Al pasarlo en dólares la cosa cambia y hay un par de datos que llaman la atención. Según el sitio del Banco Central, el 9/4/2015 el dólar cotizaba $8,8 ($12.4 el blue o infomal), por lo que el precio de la batería en esa divisa equivalía a u$s 155 (u$s 110).
El 12/6/2020 el dólar oficial cotizaba a $69 ($126 el blue), por lo que lo en dólares hacía bajar considerablemente el precio de este repuesto a u$s 107 (u$s 58).
¿Y ahora? Con dos tipos de cambio muy marcados y una brecha que desde hace tiempo está en el orden del 90%, la cosa cambió; el 20/3/2020 el dólar cotizaba $211 oficial / $386 el blue por lo que el precio de la batería se fue a u$s 142 / u$s 77, lo que demuestra que en estos tres años aumentó un 24,6% en dólares; de todos modos no llegó al precio que tuvo ocho años atrás.
Un dato que nos comentó nuestro comerciante amigo: las listas de precios de momento se cambian una vez al mes (antes cada tres meses) pero no hay precios para las baterías de motos.
Las pocas que hay están caras y no hay repuestos para gran cantidad de modelos ya que no existen fabricantes locales de este tipo de producto por la gran diversidad del parque de motos (lo que hace inviable producir localmente para todos).
.
