La velocidad con la que suceden los hechos en torno al vínculo entre la IndyCar y la Argentina no deja de sorprender, y ahora la noticia de la posibilidad concreta de que la categoría corra en el país le suma un ingrediente extra.
Recapitulemos: a mediados de octubre del año pasado, Agustín Canapino aprovechó un hueco en su agenda -por entonces enfocada en el TC2000 y el TC- para realizar una primera prueba a bordo de uno de los autos del equipo Juncos Hollinger Racing comandado por el argentino Ricardo Juncos, en EE.UU. La experiencia fue más que buena y desde entonces, todo se precipitó.
En noviembre, Canapino giró con el mismo auto en el Autódromo de Buenos Aires y días después en el de Termas de Río Hondo, Santiago del Estero. En los boxes de ese trazado se comenzó a hablar con que quizás existía la posibilidad que el argentino podía llegar a correr alguna carrera.
Ni la crisis económica de Argentina impidió que Juncos lograra reunir lo necesario para decirle en diciembre al arrecifeño que su 2023 no lo tendría corriendo a nivel local sino que sería el segundo piloto de su equipo, por lo que -literalmente- Canapino debió dejar todo y mudarse a EE.UU. sin vacaciones ni tiempo que perder.
Combinó entrenamiento físico con horas de aprendizaje de inglés y demostró su excelente adaptación a la categoría en su debut absoluto compitiendo al volante de un monoposto, y más aún al hacerlo en un óvalo. Se convirtió rápidamente en el rookie más mimado de la IndyCar y las luces comenzaron a enfocarse también en su país de origen.
Hace algunas semanas un grupo de representantes de la categoría estuvo en Termas de Río Hondo y se llegó a hablar de una jornada de exhibición a fin de este año, con cuatro autos en pista (dos serían los de Juncos). Pero lo que se sabe ahora es mucho más fuerte.
El periodista Marshall Pruett, del sitio estadounidense Racer, que está cubriendo el Gran Premio de Indianápolis, conversó con el mandamás de la IndyCar que le confirmó que Argentina está en los planes. “Es un trabajo serio en progreso”, dijo el CEO de Penske Entertainment, Mark Miles. “Es concebible para 2024, pero todas las piezas aún no están en su lugar”, añadió.
“Es muy probable que sea una carrera posterior al campeonato, una carrera sin puntos”, aclaró Miles, aunque por algo se empieza. “Creo que si vamos, será un gran evento que atraerá a fanáticos de gran parte de América del Sur. Y está en una zona horaria bastante buena desde la perspectiva de la audiencia televisiva de EE.UU. así que tiene mucha oferta y veremos si podemos hacerlo”, declaró Miles.
Por su parte, Ricardo Juncos -que promueve la llegada de la categoría al país, en particular al trazado de Termas de Río Hondo- reveló que “las intenciones están”, y añadió que “tuvimos una gran visita de Mark Miles e IndyCar y en realidad quedaron muy impresionados; es una instalación de primer nivel que organiza grandes eventos como MotoGP, así que cuando analizas los datos y cómo lo promocionaron, cómo hacen VIP para todos estos grandes fabricantes de motocicletas con un alto nivel de requisitos, no hay duda de que IndyCar sería perfecto para nosotros”.
“Sé el fanatismo que tenemos y estamos aumentando la base de fanáticos de IndyCar con latinos porque no solo los argentinos van a estar allí; vienen de Paraguay, Uruguay, Chile, Brasil“, agregó Juncos.
“Estamos trabajando en la financiación de esto y buscando más socios para terminarlo. Si podemos hacerlo, sería una carrera después del campeonato del próximo año, luego veremos cómo va, y si todos están contentos, nos gustaría que sea una carrera de campeonato regular. Nada está al 100 por ciento, pero el progreso es bueno”, puntualizó.
Si todo sigue a este ritmo, habrá que ir reservando una fecha para la primavera que viene destinada a ver una categoría top mundial del automovilismo en Santiago del Estero.
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