La devaluación del 22% que el Gobierno dispuso tras las elecciones primarias supuso un nueva distorsión en distintas actividades que no sólo impactó en las listas de precios sino que se tradujo, en muchos casos en la paralización parcial o total de la actividad.
Una de ellas fue la de la industria automotriz, con impactos en los distintos eslabones de la cadena, desde la producción hasta la comercialización, con nuevas listas de precios y más sobreprecios, y con la dolarización de esas listas, algo que no venía sucediendo hasta el momento.
Por una cuestión de formar parte del mismo negocio, los autos usados se ven directamente afectados por lo que ocurre en la actividad y por ende los concesionarios dedicados a este rubro también se vieron afectados desde el 14 de agosto último.
“Se frenó todo. ¿Por qué? Para graficarlo claramente: el viernes previo a las PASO un auto usado que valía $7,5 millones pasó a valer el el lunes a la tarde $10,5 millones y el que estaba por comprar, decidió no hacerlo”, señala Alejandro Lamas, secretario de la Cámara del Comercio Automotor (CCA). “Ese cliente, aunque tuviera los dólares, se quedó quieto y de esta manera primero se fue la oferta y ahora también la demanda”.
“Lo que ocurrió es que primero hubo una devaluación sorpresa y segundo un esquema de valores de 0km que topea los precios como para que no sean alcanzados por los impuestos internos, mal llamado impuesto al lujo, lo que hace que valga lo mismo uno intermedio que el más equipado. Es un cóctel explosivo“, sostiene.
Alejandro Lamas, secretario de la Cámara de Comercio Automotor.
Lamas hace referencia a la actualización del impuesto interno que, según lo que dispone el Gobierno cada tres meses, afecta a los modelos (sean de producción local o no) con una alícuota del 20 o del 35%. Este jueves 31 de agosto vencen los tres meses y habrá una actualización de los montos alcanzados que hoy en la primera escala afecta a los modelos cuyo precio sea $8,4 millones.
“Con los nuevos montos habrá que ver cómo las distintas marcas reparten en su porfolio el impacto del impuesto y en base a ser ver cómo se reacomoda el mercado de usados”, indica Lamas.
“Si bien el mercado no está totalmente paralizado, hay un freno importante en las ventas”, admite y agrega que “hasta la devaluación veníamos más o menos bien, ustedes iban siguiendo las cifras que no eran para tirar manteca al techo sino para mantenernos, pero ahora cayeron fuerte las consultas y las operaciones, en el orden del 70%”.
¿Por qué como Cámara que representa a los concesionarios de usados la CCA salió a hablar? “Básicamente porque con nuestra revista mensual ‘Cámara Val’ donde se publican los precios, somos referentes de múltiples sectores y actividades, y cuando la de septiembre esté en la calle se encontrarán con que hay un desfasaje importante debido a estas modificaciones”, explica Lamas.
“Tanto la prensa como las aseguradores y el Poder Judicial toman los precios de nuestra publicación, las cuales por cuestiones de tiempos se mandaron a imprenta con valores que quedaron desactualizados y nos interesa conservar la credibilidad que tenemos como referentes”, agrega.
¿Qué le recomendaría a un amigo que quiere cambiar su auto usado y no sabe que hacer? “Que no se desespere, hay que esperar que baje la espuma”, opina. “Que si encuentra alguna oportunidad, de esas que suele haber, que avance pero que si puede espera hasta después del 15 de septiembre que es cuando el panorama debería estar un poco más claro; hoy hay diferencias de hasta un 100% en un auto del mismo modelo y año, y el 70% u 80% de las publicaciones reales se ha dolarizado”, puntualiza.
Sobre el final, Alejandro Lamas recuerda que levantó las persianas de su primer concesionario el 23 de febrero de 1988. “Me tocó la hiperinflación de Alfonsín, la de Menem, el plan Bonex, la convertibilidad, el 2001, el corralito, el corralón, la pesificación asimétrica… Pasé y viví muchas crisis pero la actual, a diferencia de las otras, la veo peor en el sentido de que la sociedad está degradada, se percibe la falta de esperanza; para salir adelante todos saben que como dijo Winston Churchill se necesitará sangre, sudor y lágrimas“.
Lo digital y los gigantes internacionales en el mercado del auto usado
Lógicamente no quisimos desaprovechar la oportunidad de consultarle al secretario de la CCA por dos temas: el impacto de la digitalización y el desembarco de las grandes empresas que comercializan usados en nuestro país.
“Como en toda actividad, el peso de internet es cada vez mayor y hoy la interacción en el mercado del auto usado es total pero está claro que -por sus características- conviven ambos espacios: el físico y el digital, no se reemplaza uno por otro”, subraya.
“Con respecto a los ‘gigantes’, hoy que olvidarse que han venido tres a la Argentina. Car One fue el primero y el mismo mercado lo obligó a modificar su modelo de negocios; en su momento causó miedo en las agencias, hay que reconocerlo, porque no se sabía lo que iba a pasar y lo que ocurrió es que tuvo que adecuarse, mutó, se convirtió en concesionario multimarca de 0km y la unidad de usados quedó en segundo plano”, recuerda.
“Después vino OLX y ya se retiraron del país, y queda Kavak, que está tratando de hacer pie… Bienvenidos sean, me parece sana la convivencia; hoy no veo temor, hay espacio para todos. Alcanza con ver lo que sucede en los mejores y más desarrollados mercados, como el norteamericano donde está el gigante y el concesionario más chico con su trayectoria”, argumenta.
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