Un día después de que se publicara en el Boletín Oficial el fin de las denominadas SIRAs (licencias automáticas y no automáticas para importar), la cámara que agrupa a los importadores de autos en la Argentina emitió un comunicado en el que celebra la eliminación de restricciones, y se ilusiona con volver una competencia sana y con cifras como las que tuvieron en la década del 90.
“Nuevos aires de libertad auguran eliminación de restricciones a la importación, mayor competencia y menores precios de los autos”, señala el encabezado del mensaje dado a conocer por la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (CIDOA), tras varios meses en los que no se había manifestado.
Cabe recordar que forman parte de CIDOA los importadores de Alfa Romeo, BAIC, BMW, BYD, Changan, Chery, DFM, DFSK, FAW, Ferrari, Foton, Geely, Great Wall, Haval, Hyundai, Isuzu, JAC, Jaguar, Jetour, JMC, Kia, KyC, Land Rover, Lifan, Lotus, McLaren, MINI, Mitsubishi, Porsche, Shineray, Subaru, Suzuki, SWM y Volvo.
A continuación, el texto completo del comunicado:
La Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (CIDOA) celebra los nuevos aires de libertad que se anuncian en el país, con los cuales espera que sean eliminadas las restricciones y mejoradas las condiciones para que tanto la importación de automotores como la elección de marcas y compra de unidades por los consumidores, puedan desarrollarse en un marco de libertad, compatible con la sana competencia.
Fundada en 1979, CIDOA agrupa actualmente a 30 marcas que no tienen planta de producción en el país. Se trata de empresas constituidas por empresarios y capitales argentinos, con excepción de una minoría de filiales locales de marcas extranjeras, cuyas redes comerciales en conjunto tienen 8600 empleados, 116 concesionarios y 311 talleres.
En la actualidad, las empresas asociadas a CIDOA complementan con una exigua participación, la oferta de unidades importadas por las siete plantas multinacionales nucleadas en ADEFA. La aspiración de CIDOA es volver a complementar la oferta local sin restricciones ni discriminaciones, ofreciendo al mercado unidades de última generación tecnológica en todo sentido, seguridad vial, protección ambiental y confort, incluyendo autos híbridos y eléctricos”.
Después de años de discriminación en perjuicio de los empresarios argentinos importadores de automotores que arriesgan capital y generan empleo, así como de algunas filiales de marcas extranjeras asociadas que limitan su actividad a la importación, auguramos que el sector automotor en general vuelva a disfrutar de una libertad responsable, como a principios de la década de 1990.
Entonces el parque automotor nacional tuvo una súbita modernización a precios convenientes para las partes y también para el Estado Nacional. El consumidor argentino descubrió que el aire acondicionado, el levantavidrios eléctrico, la dirección asistida y la apertura a distancia eran opcionales que venían de serie en los vehículos que se importaban de extra zona. Hoy estamos en una situación similar, considerando que el auto más vendido en la Argentina tiene 0 estrellas en seguridad, mientras los importados de extra zona obtienen cinco.
Esperamos que los nuevos aires propendan a una reversión que apunte a una reducción de los precios finales de los automóviles y una adecuación de los aranceles de importación e impuestos internos, en un marco de libertad de competencia que favorezca al consumidor, satisfaga la necesidad de rentabilidad de las empresas, genere más empleo y no implique resignación de ingresos para el Estado Nacional, por cuanto los mayores volúmenes de ventas -repartidos entre más jugadores- derivados de precios al alcance de más consumidores, producirán más tributación, menor salida de divisas del país y más puestos de trabajo.
Para que ello ocurra -además de la desregulación del sistema de importación, que agiliza y transparenta la operación- es necesario revisar y adecuar con criterios de igualdad tanto los aranceles de importación como los impuestos internos aplicados al sector.
Considerando que en 2023 ingresaron de intra zona (Brasil, México, Colombia, Uruguay) 135.000 unidades pagando 0% de impuestos a la importación y sólo 15.000 de extra zona pagando 35% de impuestos de importación, puede apreciarse que bajando el arancel de extra zona al 20% se lograría un rebalanceo por el cual ingresarían 60.000 unidades de extra zona pagando 20%, lo cual conllevaría a una mayor recaudación, dado que se recauda más cobrando el 20% de 60.000 autos que el 35% de 15.000.
Debe contemplarse también que un aumento de la oferta de extrazona permitirá el ingreso de vehículos con equipamiento de última generación y más seguros, lo que incentivará la modernización del parque automotor actual, beneficiando a los consumidores.
Asimismo, considerando las escalas de producción de países como Japón, China, Alemania, Estados Unidos, etc., también bajarían los precios FOB de las unidades y en consecuencia habría una menor salida de divisas”.
El mensaje lleva las firmas del titular de la entidad, Hugo Belcastro, del vicepresidente Serafín Alvarez Tato y del secretario Ernesto Cavicchioli.
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