El robo mediante el uso de inhibidores está a la orden del día en la Argentina y ya no hay barrios ni zonas sino que se ha extendido como un virus sin control.
Lo más grave es que la mayoría de las víctimas no hace la denuncia, por lo que tampoco hay estadísticas claras. Si bien no es algo nuevo sino que hace años que existe, este verano no fuero pocos lo que padecieron este modus operandi en la Costa Atlántica.
¿En qué consiste el robo con inhibidores y por qué está “de moda”?
Básicamente en impedir el cierre de las puertas de los vehículos al momento de bajar y dejarlos en la vía pública. Y aunque parezca algo que demanda mucha tecnología no lo es y para la Policía resulta complejo de combatir.
Qué tecnología se usa para robar mediante inhibidores
Eso se puede hacer a través del uso de equipos de comunicación tipo handy los cuales se emplean, en determinada frecuencia, para emitir “ruido blanco”.
De esa forma se interfiere la señal que se le da desde un emisor, como es el mando remoto de una llave, a un receptor, como es el sistema de cierre centralizado del auto.
¿Cómo lo logra esto? Porque un handy tiene mucha potencia de emisión ya que fue creado para comunicarse en largas distancias (varios kilómetros), con potencias de 5W o 10W.
En contrapartida, el mando remoto de un auto tiene potencias muy bajas porque la operación es la de emitir una señal básica a distancias mucho más cortas (hasta 100 metros); dependiendo si es nuevo o usado, un handy puede conseguirse desde u$s 50.
Las bandas que se dedican a esta modalidad de robos usan valijas o mochilas a las que llaman “jammers” y que no son más que una potencia de hasta 25W (a veces más) con varias antenas.
Esto les permite operar eficazmente y a distancia interfiriendo las señales de los controles a la hora que los automovilistas descienden y dejan sus vehículos en la calle.
Otra posibilidad más sofisticada es mediante el uso de equipos de inhibición creados para tal fin, y uno de los más populares y difundidos es el Flipper Zero, de venta libre y que en Argentina se comercializa en distintas plataformas con precios desde u$s 300.
Este dispositivo que es en formato y tamaño es similar al de los viejos reproductores de .mp3 permite copiar todo tipo de señales, almacenarlas y reproducirlas; es una herramienta que usada con buenas intenciones permite una variedad casi ilimitada de funcionalidades pero que usadas para delinquir es un “clonador” capaz de tener un verdadera biblioteca de datos y frecuencias para transmitir todo tipo de señales como las de los mandos de los que usan casi todas las marcas y modelos.
Vale decir que hay algunas automotrices, sobre todo en modelos más modernos y caros, que son capaces de determinar cuando están siendo hackeados o que lo que hacen es modificar de manera inteligente la frecuencia de la señal de los mandos, variándolas, haciéndolos menos vulnerables a ataques.
¿De qué manera se puede combatir este tipo de robo? Estando atentos y a la defensiva. Al momento de estacionar y descender del vehículo es probable que no haya nadie alrededor pero los delincuentes suelen operar ocultos e incluso a varios metros, en el interior de viviendas o autos.
Al cerrar con el mando se debe chequear que las puertas efectivamente se hayan bloqueado y la manera más sencilla es hacerlo controlando que la manija no permita la apertura.
En qué lugares se debe estar atentos
Este tipo de delito mediante el uso de inhibidores se da principalmente en la vía pública, en calles y avenidas muy transitadas, en su mayoría en zonas comerciales o gastronómicas. Es usual que ahí los automovilistas sólo estén preocupados por conseguir un lugar por estacionar y se van rápidamente a hacer sus compras, por lo cual el auto queda en un segundo plano.
Recientemente dos colegas fueron víctimas de robos con inhibidores y lo contaron en sus redes, ambos en la Costa Atlántica: el primero de ellos fue José Luis Denari, a quien le abrieron su Toyota Hilux en la costanera de Pinamar y lo despojaron de sus pertenencias ocultas en la guantera.
Por su parte, la periodista Paula Bernini de TN sufrió un hecho similar en su Renault Alaskan cuando la estacionó en la puerta de un hotel en pleno centro de Mar del Plata, sobre la Avenida Colón.
Las cámaras de seguridad muestran cómo una mujer accedió por la puerta trasera y le robó su cartera y otros efectos personales a plena luz del día.
No obstante, los estacionamientos de supermercados y shoppings también son propicios para este tipo de robo donde, sabido es, las empresas no se hacen cargo y exhiben carteles que así lo dejan en claro.
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