Pasaron siete años y en medio una pandemia desde aquel lejano 2018, año de la última edición del Salón de San Pablo.
Por entonces, si bien este tipo de eventos estaba perdiendo interés dentro de la industria, nadie esperaba que se despidiera definitivamente.
El mercado, a consecuencia de la recesión por el Covid-19 y la crisis de los microprocesadores, cayó y tardó en recuperarse e incluso algunos Salones en otras partes del mundo renacieron.
Ahora, con una industria automotriz de pie y tras un 2024 en el cual Brasil batió récord histórico de ventas de vehículos (livianos + pesados y sumando 0 km y usados), la cita paulista no sólo retornará sino que lo hará al remozado Parque Anhembí, sede hasta 2016 de la muestra.
Vale recordar que el Salón de San Pablo se realizaba siempre en años pares y se alternaba con el Salón de Buenos Aires, que se hacía en años impares y tuvo su última edición en 2017, en La Rural (¿que volverá en 2026?).
La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (ANFAVEA) mantuvo conversaciones durante 2024 con las terminales y resolvieron dejarlo para 2025 y con el formato tradicional, nada de hacerlo en un espacio al aire libre (como el fallido Festival Interlagos, en el autódromo homónimo).
Un detalle no menor es que el propio presidente Lula da Silva fue impulsor de este regreso, y en octubre del año pasado le confirmaron que su sugerencia había sido escuchada.
La ubicación y características de Parque Anhembí (el mayor centro de exposiciones de América Latina), que recibió una remodelación muy importante, lo posicionaron como la alternativa ideal de este regreso (relegando a Sao Paulo Expo, sede de las ediciones 2016 y 2018).
Si bien aún no se oficializó la fecha (será del 21 al 30 de noviembre o del 22 de noviembre al 1 de diciembre), este año habrá 31º edición del Salón de San Pablo.
Develación del Fiat Fastback Concept en el Salón de San Pablo 2018.
Gran expectativa (y revuelo)
Cuando restan diez meses, los organizadores ya tienen confirmada la presencia de 14 marcas y entre ellas hay terminales e importadores. De momento, no se reveló quiénes son los que formarán parte.
De todos modos, la expectativa es tan importante que se armó revuelo con algunas marcas que forman parte de la Asociación Brasileña de Empresas Importadoras y Fabricantes de Vehículos Automotores (ABEIFA), debido a las condiciones que se le imponían.
La propuesta era: stands de 500 m2 para las terminales y de 400 m2 para los importadores, con limitación de hasta cinco autos. Quien se expresó públicamente en contra de esto fue José Luiz Gandini, presidente de Kia Brasil, que mostró su descontento porque -además- la tarifa para importadores es hasta 60% más cara, dijo.
Esto obligó a una renegociación en pos del éxito de la muestra a sabiendas que cuantas más marcas participen, mayor es el atractivo.
Así fue que -según confirmaron los colegas de AutoData- ahora hay igualdad de condiciones: todos pueden reservar stands de 500 m2 pero son limitados, por lo que será por orden de llegada.
La edición de 2018 tuvo 800 mil visitantes y para la de este año se espera 1 millón, lo cual sería un nuevo récord. Esto dependerá no sólo del precio de las entradas sino de la cantidad de concept cars, lanzamientos y develaciones que se reserven para esta cita.
Stand de Peugeot en el Salón de San Pablo 2016.
Siete años es mucho tiempo, hay jóvenes que nunca fueron a un Salón y aguardan por ver de cerca todo tipo de autos; Brasil y la región en su conjunto se merecían el regreso de una cita de esta envergadura, ojalá cumpla con las altas expectativas existentes también de nuestro lado, el de la prensa.
Por Sergio Cutuli.
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