Argentina: Mercedes-Benz presentó en sociedad el exclusivo SLS AMG, el nuevo Alas de Gaviota

En la noche de este miércoles, el barrio porteño de La Boca fue copado por Mercedes-Benz para una presentación muy especial, la del SLS AMG. Heredero de una tradición que ya tiene 56 años, el nuevo “Alas de Gaviota” luce orgulloso en su frente la estrella brillante, en sus laterales ese sistema de puertas tan extravagante y sobre el portón trasero letras que son mucho más que tres letras sino la llave de un parque de diversiones.

En esta ocasión, como suele suceder, la prensa jugó de visitante en un evento con mayoría de clientes de Mercedes (no exagero si digo que el de anoche era el estacionamiento más caro de la Argentina), empresarios (incluso de otras automotrices) y celebridades (en su mayoría deportistas, desde Hugo Porta, Martín Barrantes y Luciana Aymar hasta Mariano Pavone).

Fue un evento social, una fiesta, en la que todos los presentes estaban como nenes en una juguetería esperando el momento de la develación de una gran sorpresa. El único orador fue el nuevo presidente de Mercedes-Benz Argentina, Roland Zey (ex Director de Ventas de Vehículos Comerciales y Marketing), quien con muy buen humor se permitió jugar con los conceptos de locura y pasión, asociados a este modelo.

“A nuestros ingenieros les hemos pagado para que dieran rienda suelta a sus fantasías. Al ver el motor V8 de 571 cv, el cambio de siete marchas y doble embrague, los frenos a disco cerámico y material compuesto y la silueta recordando al Alas de Gaviota está claro que había sido una gran inversión”, señaló el directivo.

“La primera vez que vi el SLS fue en un circuito de Fórmula 1 pasando frente a mi a 317 km/h y al mirarlo pensé que si el piloto, en ese momento, abría las puertas, el auto iba a levantar vuelo”, bromeó Zey. “Espero que esta noche comprueben que no estoy loco y vean la pasión que despierta este auto”, finalizó antes de que a sus espaldas comenzara a proyectarse un video con sonido ensordecedor, tras lo cual emergió del interior de una tarima el SLS AMG.

Mientras todos los flashes apuntaban al frente, desde la otra punta del salón el sonido del motor de otra de las 5 unidades exhibidas comenzó a sonar con fuerza y como si se tratara del flautista de Hamelín, todos acudimos como ratones a su encuentro.

Fue el primer contacto directo con esta joya mecánica equipada con motor V8 de 6.3 litros (exactamente 6.208 cm3) con cárter seco que alcanza una potencia máxima de 571 cv, acoplado a una transmisión de 7 velocidades AMG Speedshift DCT con cuatro programas de conducción y función “Race Start”. Una bestia dormida capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3.8 segundos y de una velocidad máxima de 317 km/h.

Grandes, chicos, mujeres, hombres, curiosos, promotoras, fotógrafos, periodistas y hasta algún mozo atrevido, todos quisieron echar un vistazo al interior rojo del SLS AMG, a esa mezlca de cuero, cromo y fibra de carbono, tomarse una foto con sus alas desplegadas, sacarle una foto con el celular a ese motor que recuerda a la nave espacial de Galáctica.

Las cinco unidades exhibidas, así como al menos otras cinco más (aunque ya se habla de 12), están vendidas. Sus ansiosos dueños las pasarán a retirar en los próximos días y pagaron por ellas u$s 330.000 (el modelo más caro de la marca sigue siendo el SL 65 V12 Biturbo AMG a u$s 347.600). O quizás pagaron algo más, dependiendo de los accesorios adicionados como los frenos de alto rendimiento (u$s 27.000) o el equipo de sonido de la marca Bang&Olufsen (u$s 18.500). Todo sea por ser aún más exclusivo, todo sea por darse el lujo de tener el pace car de la Fórmula 1 guardado en el garage.

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